XXVII

1 1 0
                                    

HARLEY:

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

HARLEY:


Todo era un desastre. Las sombras de guardias buscando intrusos en los pasillos se acrecentaba a cada minuto. Me encontraba de pie, escondida en una esquina donde la luz de las antorchas era minoritaria y permitía deslizarse pegado a las paredes. Akiler tuvo que adelantarse para comprobar que no hubieran inconvenientes para despejar la salida. Nadín se había extraviado por alguna razón, a pesar de llevar un mapa mental de las catacumbas. Al principio todo me pareció algo normal, éste tendía a distraerse por cosas sin importancia. Pero, cruzamos varios pasillos y él todavía no lograba alcanzarnos. Sentí impaciencia, Nadín no podía dejarme sola, y aunque intenté amenazarlo con tomar cada uno su camino por separado, en el fondo no era verdad. Y no es que él sea alguien indispensable en mi vida, solamente pertenecemos al mismo mundo y debemos volver juntos. Aunque Akiler parecía ser un terrano gentil y me proyectaba seguridad, no puedo olvidar que es oriundo de Terrabasta, por lo tanto no podía descartar la posibilidad de que su lealtad estuviera con los suyos y no hacia nosotros, como Nadín me lo había advertido.

Akiler volvió envuelto en las sombras, aunque su cabello dorado y sedoso lo delataba fácilmente.

—No han reforzado la seguridad, eso es un buen presagio —informó deteniendose frente a mí, sus ojos azules me hacian ruborizar cada vez que me veían—. ¿Estás bien?

—¿Cómo es posible que Nadín se haya perdido? —Akiler se quedó con la palabra en la boca porque Lorverd llegó volando, casi rozando el techo abovedado.

—¡Hurra! La princesa Layri a sido liberada. Debemos alejarnos de éste asfixiante lugar lo más pronto posible —dijo aterrizando sobre el suelo, viendo mi rostro y connotando la preocupación que se me reflejaba dentro de las sombrías catacumbas.

—Tenemos un problema con Nadín, al parecer sufrió un extravió, o le sucedió algo más —dije de manera neutral.

Lorverd miro a Akiler y éste asintió para respaldar mis palabras.

—Tendremos que ir en su búsqueda, los guardias no pueden haberlo apresado, o ya habrían reforzado la seguridad en las salidas.

—Cuando volví por él, no logré encontrarlo. Incluso arriesgue la integridad de Harley al dejarla sin protección. Demasiado tarde, Lorverd, sabes que es una insensatez volver allá atrás, hemos burlado demasiado nuestra suerte por esta noche. —Akiler hablo con buen juicio y no debía culparlo.

Lorverd espero mi decisión para actuar. ¿Qué hacer? Volver por Nadín y arriesgarnos, o seguir sin él. La princesa Layri estaba a salvo y tendría que llevarme hasta el espejo cuando asumiera el poder absoluto de Terrabasta. Habíamos abandonado a Nadín una vez y él pudo encontrarnos, pero, nadie puede contar con el mismo destino dos veces consecutivas, aunque en aquella ocasión fue el viejo Boklor quien lo ayudó a reincorporarse a nosotros.

El Espejo PERDIDO: y la Corona de EstrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora