XXXI

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En casa otra vez

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En casa otra vez

HARLEY:

Todo fue diferente al día siguiente. La noticia de la nueva reina recorrió los confines de Terrabasta. Los últimos terranos volvían entusiastas ante la idea del cambio y la equidad que seguramente recibirían de ahora en adelante en la Ciudad de Chakr. Las cosas materiales que habían perdido podían recuperarse a base de esfuerzo y constante dedicación, excepto las vidas y los años malgastados que desperdiciaron soportando la desigualdad de la antigua reina. Algunos terranos eran fieles partidarios de la Élite gobernante a cargo de la Reina Pompol, pero la Corona de Estrellas otorgaba el más alto estatus y eso les obligaba apoyar a la Reina Layri, aunque nunca dejarían de ser las ovejas negras de la sociedad terrana.

Los cuidados de los sirvientes del castillo ahuyentaron la fatiga y el dolor de mis golpes. Incluso las marcas de moretones pasaban desapercibidas gracias a las atenciones que gentilmente me proporcionaron durante el resto de la noche. Muchas doncellas se prestaban por asistir a mi habitación —querían conocer a la humana que ayudó a derrocar a la Reina Pompol—, según los cuchicheos que pude escuchar mientras dormitaba. La visita de Nadín fue un poco inesperada, su preocupación por mí fue evidente. Nadín arriesgó demasiado entrando en batalla, su novatez lo expuso al peligro y sufrió varias heridas antes de llegar a lo más alto de la torre. A pesar de haber vencido, perdimos a Lorverd, un ave que se ganó el respeto de ambos y nos brindó su ayuda desde el principio. Definitivamente ya no volveríamos a ser los mismos; es bastante irónico haber cambiado tanto en solo algunos días, una clara muestra de que estamos hechos de momentos y las experiencias adquiridas forman las bases de un destino propio. A lo mejor esté no será el modelo de vida que tendremos en unos cuantos años, porque las circunstancias van cambiando y el modo de adaptación es obligatorio, pero, lo aprendido en Terrabasta será un sello que permanecerá hasta el final de nuestras vidas.

Quizás me estoy volviendo demasiado susceptible al drama, puesto que mis acciones ya no son las mismas. Hay errores que nos ciegan y verdades que parecen ofender. Y sí, así era mi vida antes de conocer accidentalmente a Nadín Frost. Habían muchas cosas fuera de orden en mi realidad, mi personalidad era una de ellas. Ahora no debo seguir culpando a los demás de todo lo que no esta bien en mi entorno, porque ese fue el error principal que me volvió egocéntrica durante varios años. Terrabasta me enseñó muchas cosas, una de ellas es luchar por el bien común, la libertad y el derecho a la equidad, y sobretodo, que la felicidad no puede ser comprada a ningún precio. También aprendí que existe mucha diferencia entre la debilidad y la cobardía: un cobarde huye de sus responsabilidades, mientras que un débil lucha por volver a levantarse las veces que sean necesarias ante cualquier adversidad.

¡Basta, Harley!

No puedo seguir pensando como adulta.

Sé que tomar conciencia es parte fundamental para todos, y quien no lo hace vivirá sumergido en un pozo profundo de malos hábitos que lo volverán irrelevante para la sociedad.

El Espejo PERDIDO: y la Corona de EstrellasWhere stories live. Discover now