Cara Delevingne ~Woman Woman

To Make You Mine

En tres meses debes haber visto a Cara un total de diez veces. Posiblemente menos. Está en un lugar nuevo cada semana y no ha puesto un pie en Londres.

Ustedes se llaman constantemente, pero a veces es raro que tú te acabes de levantar y ella todavía no ha ido a la cama o todavía no ha cenado. La diferencia de horario apesta.

Pero eso ni siquiera es el punto. La distancia es la que duele.

Ella te prometió ayer que iba a volver al final del mes y estas tan feliz que podrías estallar.

Ahora el tiempo parece estar disminuyendo. El fin de mes es en dos semanas, sabes que esas serán las semanas más largas de tu vida.

El colegio comenzó de nuevo y pronto la temporada de exámenes, te quitara todo tu tiempo libre. Te preocupan esos días.

Te distraes con Matilda y otros amigos.

Sales un viernes con ella. En un momento de la noche se te queda viendo raro, los ojos semi cerrados, cuando tu teléfono empieza a sonar y no lo recoges. Sabes que es Cara, tienes tantas ganas de irte, acostarte en tu cama poner el teléfono en tu oído y escuchar su voz. Pero estás muy lejos de tu apartamento y Matilda no sabe nada de Cara y no puedes recoger el teléfono delante de ella porque estás bastante segura de que tendrás una sonrisa de idiota en la cara cuando escuches su voz rasposa y eso haría sospechar a Matilda.

"Tu teléfono esta sonando." Ella te dice.

Te muerdes el labio y buscas tu teléfono en tu enorme bolsa. Lo agarras y en efecto, Cara está llamando. El identificador de llamadas parpadea una foto de ella que le tomaste sin que ella lo supiera y hace que tu estomago de vueltas.

Estas tentada a responder, pero en cambio presionas ignorar.

"Es mi mamá."

"Bueno, eso es grosero, nena, tú sabes, no responder las llamadas de tu madre."

Empiezas a sentir el peso de la culpa sobre los hombros cuando te das cuenta de que acabas de ignorar una de las llamadas de Cara. Vas a tener mucho que explicarle más tarde.

"La llamare mañana en la mañana."

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Te arrepientes tanto de salir con Matilda esa noche. Está borracha y coqueteando con el taxista que parece inofensivo, pero un poco irritado con las payasadas de tus amigos y ni siquiera estás segura de haberle dado la dirección correcta de tu casa con todo lo que está pasando.

Son las 4 de la mañana cuando te encuentras arrastrando a Matilda por las escaleras de tu edificio. Podrías haber usado el ascensor, pero te aterrorizan por completo.

A las 4.30 te sientes contenta porque mañana, no.., borra eso, hoy es sábado y no tienes clases. Además de sueño, te sientes como si acabaras de correr un maratón.

Pones a Matilda en la cama, tomas unas mantas y una almohada para dormir en el-podría-ser-más-cómodo-pero-es-mejor-que-nada sofá. Tomas el teléfono y como sabes que Matilda está ida por completo, decides llamar Cara.

5 llamadas perdidas y todas de ella.

Pulsas el botón llamar y esperas a que conteste. La espera parece interminable hasta que escuchas algo en la otra línea. Tu corazón comienza a latir más rápido cuando te das cuenta de que estás a punto de escuchar su voz. Pero entonces la llamada se corta. Se oye esos tres pitidos molestos y tomas el teléfono de la oreja para ver qué había sucedido.