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Cuando despiertas, tus piernas están enredadas con las de ella y tu cabeza está descansando sobre su pecho. Te está abrazando a su sección central sin apretar. Cierras los ojos y decides esperar hasta que se despierte antes de levantarse.

Sonríes. Los pequeños sonidos que hace mientras duerme son adorables. El cuello comienza a dolerte después de un rato, así que te levantas y te refrescas en el baño. Al salir, ella se voltea sobre su estómago, probablemente buscando el calor que estaba allí antes. No puedes resistirte, por lo que te acuestas en la cama y te acurrucas cerca de ella.

Empieza a despertarse y quieres golpearte a ti misma. Estaba durmiendo tan plácidamente y tuviste que arruinarlo. Se mueve toda y descansa su cabeza sobre tu estómago, torpemente, piensas. Entonces te mira. Sus ojos nunca se han visto más verdes. Son muy hermosos, con un rastro de sueño en ellos. Ella los frota y luego te sonríe aturdida.

Le sonríes y pasas los dedos por su pelo.

"Buenos días." Susurras.

"Obviamente." Susurra  y cierra los ojos con tu tacto.

Se quedan así por segundos, minutos, horas. No sabes. No importa. El silencio es ligero, cómodo. A diferencia de ayer, no te molesta.

"Lo siento." Susurra después de un tiempo.

"Está en el pasado, amor."

Respira profundamente y luego abre los ojos. La intensidad en ellos te asusta.

"Tengo algo para ti."

Alzas una ceja.

"¿En serio?"

"Mhmm." Tararea y asiente con la cabeza, "Pero sólo te puede mostrar esta noche."

Frunces el ceño.

"Pero yo lo quiero ahora." Te quejas y haces un puchero. Sacude la cabeza y tu le  ruegas: "Por favor, Cara?  Por favor con una cereza encima? "

Se levanta y picotea tu nariz. Se baja de la cama y camina alrededor de la cama hacia el baño. Antes de meterse, dice, "Eres tierna, pero no." Y te cierra la puerta.

La has estado molestando todo el día. Pero ella no te da una sola pista. Has intentado haciéndole puchero y tu maravillosa cara de perrito, pero ni siquiera eso funcionó.

"Estoy segura que te encantara." Te dice al final de la tarde en el balcón luego de que sopla un poco de humo.

Haces un puchero. Entonces la ves sonreír. Tuerces los ojos, molesta y frustrada.

"¿Por qué no me dices?"

"Porque es una sorpresa, amor."

Te quejas. Amas las sorpresas pero odias la espera.

"Lo amaras." Ella arrastra y sonríe de manera engreída en tu dirección.

Y entonces se te ocurre, "Aun que, yo no te tengo nada, Cara."

Su sonrisa se ​​profundiza y lo mismo ocurre con su voz.

"Oh, lo tienes. No te preocupes."

-

Después de una cena tarde por la noche tu corazón late más rápido en anticipación. Cara ha estado muy callada y te pone un poco ansiosa. No estás segura de si está cansada o tramando algo. Su pie ha estado golpeando el colchón. Te pregunta si está preocupada por algo y si ese algo tiene que ver con lo que te dará.

De repente se levanta y te sobresaltas. La miras hurgar en su maleta. Toma algo y entrecierras los ojos tratando de averiguar que es. Cuando ves que es sólo una prenda de color rosa, no puedes evitar decepcionarte. Eso no puede ser tu sorpresa.

Cara Delevingne ~Woman WomanWhere stories live. Discover now