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Sabes que estás en problemas cuando cada canción que escuchas te recuerda a ella. Incluso cuando no tiene ninguna letra, sólo te recuerda a ella y no te molesta en lo absoluto. Amas pensar en ella, te encanta la espera para poder volver a verla, pero a veces lo odias también.

No ves a Cara tanto como desearías.

Pensaste que no te molestaría al principio, la distancia, y no te molesta. En su mayoría te lastima. Te frustra un poco, es la prensa. Tú y Cara no puede salir juntas porque ella no te quiere en periódicos o revistas. Y si llegan a salir es a escondidas y ella siempre te insiste en usar capas, para que no puedan reconocerlas a los dos, de todos modos no es que te reconocerían  a ti, y nunca pueden abrazarse ni nada parecido, lo odias. La mayoría del tiempo se la pasan en tu casa o en la de ella, pero te gustaría salir al mundo con ella.

Ahora te encuentras en su casa en tu día libre.

Su compañera de cuarto salió y están teniendo una sesión de improvisación. Ella está en la batería, y tú con tu guitarra. Te estás divirtiendo y ella parece estar pasándosela de maravilla, pero a decir verdad, te duele la espalda por estar tanto tiempo de pie y temes que los dedos te comiencen a sangrar en cualquier momento.

Gritas por encima del ruido, "¡Cara!"

Pero ella esta tan metida en su solo como para escucharte, esperas a que termine, admirando sus músculos de los brazos moviéndose. Te muerdes el labio. Su espalda esta  hacia ti, Se ve tan jodidamente sexy ahora, sólo quieres ir detrás de ella y besarla en el cuello y abrazar su cintura. No lo haces porque es probable que te de un codazo en la nariz o algo así.

Se detiene bruscamente, dándose la vuelta. Frunce el ceño, moviendo la cabeza.

"Dejaste de tocar."

"Que manera de decir lo obvio." Caminas hacia ella y la besas en la frente. Bajas tu pesada guitarra y te dejas caer en el sofá, suspiras. "Me duele la espalda."

"Acuéstese boca abajo," Ella te ordena suavemente, "Te voy a dar un masaje, si quieres."

Haces lo que te dice y esperas a que empiece a acariciar tu espalda. Lo que no esperabas es que se subiera a tus muslos. Jadeas y tratar de mirar hacia atrás.

"¿Qué estás haciendo?" Preguntas, estupefacta. Era la primera vez que había hecho un movimiento tan atrevido contigo.

"¿Qué parece que estoy haciendo, bebé?" Desliza sus manos debajo de tu camisa y tocan tu piel. No sabes que se trae, pero tampoco le vas a preguntar. Definitivamente no vas a protestar. Cierras los ojos. "¿Dónde te duele?"

Sientes sus manos revoloteando por encima de la correa de tu bra y miras con un ojo abierto. Puedes ver su mirada fija en ti. Se muerde el labio. Sus manos se deslizan a los costados de tu estómago. Y te frota allí, moviéndolas hacia arriba y abajo lentamente. Te sigue mirando.

Quieres darte vuelta y ella se da cuenta, levanta la presión en tus muslos para que puedas hacerlo. Tan pronto como te das vuelta hacia ella, se sienta encima de nuevo. De verdad pensabas encontrar ojos lujuriosos viéndote. Pero no. Te está mirando y es como si estuviera memorizando tu cara o algo así. Te hace sentir cohibida. Luego se inclina y apoya la cabeza en tu pecho, tienes miedo que vaya a escuchar tu corazón latir sin control.

Tus manos acarician su espalda y tocas su cabello.

Se quedan así por unos minutos.

"Cara," Le dices después de momentos de silencio, sin saber cómo preguntarle lo que te ha estado molestando.

"¿Sí, amor?"

"¿Cuándo podemos... ya sabes... salir y hacer cosas?"

La escuchas suspirar suavemente y de alguna manera recuerdas que nunca han hecho oficial su relación. Bueno, excepto por aquella vez que pelearon por días. Como sea, eso ya está en el pasado. Nunca la llamaste tu novia y ella tampoco lo ha hecho. No te molestas, pero te gustaría que sea tuya oficialmente, a pesar de que no pueden salir a dar una vuelta y alardear que es tu novia.

Cara Delevingne ~Woman WomanWhere stories live. Discover now