DISFUNCIONAL : 1918

Cap 6 : CONTROL

El objetivo sin un plan solo es deseo
Una simple fantasía
Un simple pensamiento
Solo una predicción...

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Funeraria "The Cold Saint"
Los muelles de Cambem
7:36 a.m.
Amanecer
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Poco a poco abro los ojos exclusivamente para admirar el acero a pocos centímetros de mi cara, mi respiración es reflejada en frente de mí, estaba acostada en una especie de tabla metálica como de aluminio, apenas podía mirar la punta de mis pies nada más queda la oscuridad total. Notando que estoy en una especie de caja, sentía algo entumidas las piernas y los brazos, el espacio era estrecho, demasiado a mi parecer.

Aún siento mi respiración en mi cara y poco a poco esto se vuelve más asfixiante, jamás me han gustado los espacio pequeños.

Siento mi pulso acelerar gráficamente al igual que sudor frío, empieza recorrer mi frente, poco a poco caído presa del pánico y la impotencia... el espacio se vuelve más pequeño, lo puedo sentir como el acero a mi alrededor toca mi piel poco a poco. En un movimiento desesperado, agite mis piernas, codos y brazos golpeando el acero de esta caja.

Quería gritar, pero no puedo respirar, siento como el aire se va solo dejando absolutamente nada.

¡AYÚDEME!
¡POR FAVOR!
¡NO QUIERO MORIR ASÍ!

Escuchó perfectamente el latir de mi corazón, los rasguños o golpes contra el acero y mi respiración pesada, cerré los ojos exhalando e inhalado rápidamente hasta que lágrimas gentiles recorren mis mejillas. Por unos momentos, deje de golpear el acero solamente para quedar en silencio con el sonido de mis lágrimas y pequeños lamentos entre dientes, siento el ardor de los hombros y el dolor en los nudillos manchados de mi sangre.

Pasaron... ¿Minutos? ¿Horas? ¿Días?, no lo sé, es difícil distinguir el tiempo, sin embargo, juro, cada segundo que pasaba era como un día o dos o tres o cuatro.

Perdón ya ni sé qué pensar...

Puedo sentir ambas manos es una sensación extraña, pero siento los dedos de la mano donde me habían disparado, cada herida de antes no existía ni siquiera un rastro de sangre o costra, simplemente es como si no hierba existido.

De todas no importa
De una u otra forma, con mano o sin mano no cambia nada...

No sé cuánto tiempo, pase en la plena oscuridad sola y con los pensamientos en la cabeza, la sensación de incivilidad y la falta de aire son incómodas, a no más poder, siento el frío en la punta de mis dedos, orejas y nariz, hasta que escucho los pasos de alguien al igual que una palanca girar.

Una pequeña puerta se abre al igual que la plataforma donde estaba recostada, es recorrida únicamente dejando que luces me encandilen la vista nublándola por unos segundos, en eso veo un caballero con lentes redondos, un bigote estilo francés, bata de doctor con su suciedad en las mangas y su cabello grasoso al igual que un poco corto.

—¿S-Señorita?...

Dice el buen caballero mientras me ayuda a enderezarme, pero en eso contemplo... el hermoso rojo que recorre su cuello algo acelerado, un pequeño riachuelo lleno de abundancia.

—¡¿SEÑORITA?!... ¿Me escucha? Por favor conteste

Su palabra reconocibles y clara, no obstante, no puedo dejar de mirar ese rojo tan vivo.

No, no, no, no, !NO¡
Por una puta vez contrólate
Solo respira
Es simple...

—Tengo sed...

Manifesté inconscientemente mientras admiro en los ojos del caballero el asombro o tal vez los nervios, en un arrebato de hambre y sed, intente morder el cuello del caballero sin embargo, este lo pudo esquivar a tiempo apenas sintiendo el calor de su piel.

¡POR FAVOR CORRE!

El doctor da unos pasos hacia atrás con el sudor nervioso cayendo de su frente, el tambaleo ligero de sus manos y mirada atenta, mantuve la mirada a cualquier movimiento, notando el recorrido de su sangre por cada parte de su cuerpo, brazos, piernas, cuello, manos, cabeza y corazón... un mapa anatómico perfecto.

—No q-quiero problemas...

Dice el caballero mirando a la única puerta, se había parado, luego correr hacia ella con fuerza, en medio del camino pude interceptarlo chocando contra él y el muro. El caballero cayó al suelo de boca por unos pocos segundos, esto último lo aprovecho para poner un pie sobre su pantorrilla quitándole la posibilidad de levantarse, solo queda terminar con esto con broche de oro.

Con una mano levante su mirada tomándolo del cabello con fuerza, mientras otra mano cubría su boca y nariz con fuerza evitando que respire, pero aun así siento el oro rojo fluir dentro de la carne y piel es-

¡NO!
¿Por qué no entiendes?
Es una persona, puede tener familia, hijos o amigos...
No siempre la sangre puede ser una solución

Me acerqué a su cuello olido y saboreando el sabor, nada más pensarlo hace agua a la boca.

¿Qué haces?
¡SOLO PARA!

Con fuerza mordí el cuello del caballero arrancando una parte de la carne y piel para luego escupirla a un lado, cálida sangre brota de la boca del hombre recorriendo mi mano con delicadeza... la joya roja recorre el suelo frío con dulzura lentamente mientras que yo solamente termino con la sed y hambre.

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Hola Xd

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Qué tal un abrazo?
Aún te funciona el hígado?

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