Capítulo 29: Un te quiero sincero.

110 66 37
                                    

—¿Pero te vas a ir sola? —inquirió, mi estómago se encogió minúsculamente

Oups ! Cette image n'est pas conforme à nos directives de contenu. Afin de continuer la publication, veuillez la retirer ou télécharger une autre image.

—¿Pero te vas a ir sola? —inquirió, mi estómago se encogió minúsculamente. Mateo miró hacia arriba, yo permanecí estática, tratando de captar qué era lo que estaba pasando—. Es de noche, Lale, ahorita va a llover, está oscuro y tú vives lejos.

Rápidamente le contesté, sin pensar.

—No, no, yo me voy con Gabriel, no me voy sola. —Lo señalé a mis espaldas, Mateo miró sobre mi hombro, frunció el ceño y alzó una ceja. 

Rechistó. 

—Shui, ¿con Gabriel? —zanjó—. ¿En serio? ¿Te vas a ir con Gabriel? 

Una sonrisa que no entendía salió de sus labios, trataba de ocultar una risa que por supuesto pude notar.

—Sí, ¿por qué? ¿Qué tiene de malo? —pregunté yo, tan inocente como siempre.

—Lale porque no... —Dejó la palabra en el aire y negó—, porque con Gabriel no... ¡No tienes seguridad!

NO ENTIENDO NADA.

—¡¿Cómo qué no tengo seguridad si él es un varón?! —respondí ante tan absurda pregunta. 

Sinceramente, no me importó que con quién estuviera hablando fuese con Mateo, es que no entendía nada y quería entenderlo, y el hecho de que tuviese que llegar a la casa rápidamente porque si no me iban a matar, en sentido figurado, Mateo esta vez estaba en el lugar equivocado.

—Shui —rechistó y me miró de lado—. ¡Sí, sí, uff, tremenda seguridad! No. No, no es muy seguro para ti. Creo que no vas a estar segura... y más que es de noche... y que tú vives lejos. No siento que estarías muy segura con él. 

Las palabras y la actitud de Mateo últimamente me están impactando. Es que no sé porque últimamente está teniendo actitudes conmigo que no había tenido nunca antes y eso me tiene muy confusa.

Mírenlo ahora, preocupándose inquiriendo por la hora y con quién yo me estoy yendo para mi casa. ¿Qué le pasa? Mi corazón está confundido.

—Pero mijo... ¿Entonces con quién...? Ya yo hablé con él, ya yo me voy con él. Imagínate, por lo menos yo no me voy sola. —Solté una pequeña sonrisa al final de la frase.

Mateo me miró sonriente y negó con su cabeza mirando a sus pies. Luego levantó el párpado de sus ojos y sus pupilas se encarnaron en mi cara para luego alzar la cabeza. 

—¡Espérame aquí! —zanjó de repente y se dio la vuelta. 

¿Okey?

¿Ahora qué? 

Sentí una presencia que se acercaba cada vez más a mí y miré hacia la izquierda, Rosalía, quién al parecer se había echado todo el play, venía de puntillas y sigilosamente a colocar el mentón en mi hombro.

—Oye, ¿qué pasó aquí? —susurró. 

—¿Qué pasó de qué? —continué susurrando.

—¿Por qué Mateo se te acercó y te agarró la mano y se puso así hablar contigo? Dime qué pasó, cuentaaaa. 

Solo Mi Corazón Lo Sabe (SMCLS #1) ✔Où les histoires vivent. Découvrez maintenant