Capítulo 17: Yo nunca, nunca.

172 112 76
                                    

-Yo nunca, nunca, he hecho algo sospechoso en el baño de la escuela con un chico -dictaminé con el vaso en mi mano, cuando mi mirada se dirigió por completo hacia Rosalía

Ops! Esta imagem não segue as nossas directrizes de conteúdo. Para continuares a publicar, por favor, remova-a ou carrega uma imagem diferente.

-Yo nunca, nunca, he hecho algo sospechoso en el baño de la escuela con un chico -dictaminé con el vaso en mi mano, cuando mi mirada se dirigió por completo hacia Rosalía.

Trataba de aguantar la risa, pero las comisuras que recién formaban unos colorados cachetes subían y bajaban, como si no supiera ocultar su risa y delatándola ante mí.

Soy mala, lo sé.

-Rosalía... ¿No vas a tomar? -ataqué y ella trataba de no chocar con mi mirada cuando se llevó el vaso a los labios.

-Oh... -la molestó Anelía-. Eso te lo tenías calladito, perra.

-Perra no, perrísima, con corona y todo incluido.

-¡Rosalía! -grité, incrédula, y a su vez Anelía comenzó a toser dramáticamente como si se hubiera atragantado con el refresco.

-Que artista es, a ver si te atragantas de verdad -se rió Rosalía ante el show que teníamos al frente.

-Ella nació artista -le aclaré.

-Ya lo noto -confesó Rosalía secándose los labios con el dorso de la mano-. Lale, prepárate, que esta va para ti.

-¡¿Cómo?! -Reaccionó Anelía mirándome con los ojos como platos-. Si hay algo que tú no me has contado, Lale, a ella y si... -hizo una señal de su dedo índice rasgando su cuello.

Yo rápidamente me fui y me abracé a Rosalía, sin pesarlo.

-No abraces a quien te va a tirar, Lale -dijo Anelía y mi otra amiga comenzó a asentir apoyando el comentario.

Lentamente le solté el brazo, sin despegar mi mirada de la de ella, y me fui echando hacia atrás como un cachorrito asustado.

Cuando Rosalía carraspeó, mirándome como si el demonio estuviera esperando por mí, se me removió todo el estómago.

Ay, ay, ay. ¡Sálvame, Santa Cachucha!

-A mí nunca, nunca, Mateo me ha defendido de Cloe cuando me invitaron a la fiesta de navidad -soltó y comenzó a alzarme las cejas.

El rojo inundó mi rostro y comencé a reírme tratando de desviar la mirada de Anelía, que ya sentía por el rabillo del ojo que la tenía sobre mí.

-Lale... -esa era Anelía reclamando por falta de información al cliente-. Lale... Mírame, Lale.

Okay, mi intento porque ella no me viera así, fracasó.

-¡Mírame, Lale! -recalcó.

-¡Está roja! -chilló Rosalía y tomó mi cara con su mano, y la giro hasta ellas. Abrió la boca como una ballena y comenzó a reírse-. ¡Mírala, que roja está!

-¡Así que Mateo te invitó a una fiesta de navidad y no me dijiste nada, perra! -Me gritó Anelía, juguetona y yo trataba de tomar aire por la risa-. ¡Traicionera! ¡Me voy a buscar otra amiga que me cuente las cosas!

Solo Mi Corazón Lo Sabe (SMCLS #1) ✔Onde as histórias ganham vida. Descobre agora