Lale, una chica que anhela encontrar el amor verdadero y dejar de ver telenovelas para vivir su propia historia.
En su primer día en una nueva escuela, Lale se reencuentra con su mejor amiga Anelía y conoce a nuevas amigas, pero lo que realmente la...
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Querido Diario:
Mi linda telenovela favorita está llegando a su fin mientras con el celular en mis manos busco frases de amor. Los protagonistas no dejan de mirarse con dulzura, para ella solo está él, para él solo está ella en bajo el telón.
Ojalá eso ocurriera en la vida real. Ojalá todo fuera tan perfecto, desgraciadamente no es así.
Ya no soy como antes. Siento que... He cambiado. Esa seguridad de saltar al vacío sin temor de que pase algo y me lastime ya no existe. Ahora sigo saltando al vacío, ahora sigo igual de loca que al principio, pero ahora tengo mis reglas, mis miedos. Miro atrás y veo mis tropiezos y mis raspones en las rodillas tratando de jugar al amor, prometiendole a una estrella que daría todo de mi por una persona que ni siquiera conocía bien. No, ¡es que ni bien! ¡Ja, ni siquiera lo conocía!
Es verdad, antes no sabía lo que era el amor, antes era solo la ilusión del momento. Antes no estaba enamorada de un chico perfecto.
Estaba cegada por su perfección, por su belleza, por su voz. Todo lo que hacía me parecía perfecto. ¡Ja, pero ahora...! Ay, Diario. Ahora no sé qué hacer con mi vida.
Yo, que me prometo algo, me prometo olvidarlo con todas mis fuerzas para que al día siguiente me vuelva a derretir con su sonrisa. Y es que me engaña, porque si por lo menos no hiciera cosas buenas por mí y me siguiera tratando indiferente, al menos yo... No tuviera esperanzas. Pero resulta que sí las tengo.
Cuando hace una buena acción, todo lo otro que ha hecho no tiene importancia. Solo es eso, es él siendo él. Pero... ¿Por qué me pasa esto? ¿Ahora soy yo la que se impresiona por los actos cuando solo le atraía su rostro perfecto? ¿Ahora me impresiono con su voz, con su tacto, su perfume, su sonrisa, su complicidad, el toque de sus manos?
¿Qué me está pasando? Ahora lo siento... Más profundo que antes. Y sinceramente, la valentía que tenía al principio solo ha creado una coraza falsa a mi alrededor.
Porque ahora, por primera vez en la vida, tengo miedo. Estoy teniendo miedo de enamorarme si eso es más fuerte de lo que estoy sintiendo.
