¡FIESTA!
-¡Qué bueno está esto! -exclamé, mirando hacia el techo lleno de lucecitas y sintiendo la pegajosa música hasta en los huesos.
Eran las 7 y 20 minutos y ya estaba oscurecido. Toda la casa de Vanessa estaba explotando en gente. Los bajos hacían el suelo temblar y en toda la calle frente de la casa había una multitud con vasos transparentes en las manos. ¿Supongo que es refresco u otra bebida?
Tomé un respiro antes de entrar, pero mi teléfono vibró con una notificación, así que lo saqué de mi cartera y revisé que me había llegado un mensaje de Anelía.
Diviértete en la fiesta. Sabes que no pude ir porque tengo la piel muy hinchada. Dile a Vanessa. Después me cuentas cómo te fue. Te kiero.
Suspiré tristemente. Anelía últimamente ha estado delicada de salud, recibir mucho sol y las largas caminatas de la escuela le han afectado.
Opté por responderle.
Qué mal, espero que te mejores. Ya te contaré cómo me fue. Bye loca.
Apagué y guardé el celular en mi cartera, mirando hacia dentro de la casa. Había mucha gente sentada, haciéndose selfies y mandándose mensajes, pero aún no había nadie bailando, qué raro.
Entré buscando a alguien conocido, pero no vi a nadie, y si había, no lo reconocí puesto que todos se vistieron muy elegantes.
-¡Psss! -Sentí a mis espaldas.
Fruncí el ceño. ¿Será conmigo?
-¡Lale! ¡Aquí! -Me giré en busca de quien me llamaba.
De pronto sonreí al ver a Rosalía en una esquina de la casa. Un alivio gigantesco me recorrió cuando me sonrió, así que me acerqué a ella.
-¡Hola, ¿qué tal?! Te veía medio perdida -gritó sonriente sobre la música y la saludé.
-Sí, lo estaba. Me has salvado. Ya me estaba empezando a preocupar por no ver a nadie conocido. -Miré a mi alrededor y luego me enfoqué en ella.
-Yo llegué ahorita mismo y estaba igual que tú. Bueno -sonrió y asintió-, hasta que llegaste.
-Es que es fatal estar en una fiesta solo.
-Así mismo pero, niña, no te preocupes. Solo fueron unos minutos, ni a la anfitriona de la fiesta la he visto pasar. -Miró hacia la cocina que estaba al frente de nosotras, buscándola con la mirada.
-Qué raro. ¿Qué estará haciendo? Tendría que atender a los invitados.
-Sí pero no está. -Rosalía se encogió de hombros y se tomó un trago de lo que había en su vaso.
-¿Qué tomas?
-Vino. ¿Quieres? -Me ofreció el vaso.
-No, gracias -rechacé el vaso.
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Solo Mi Corazón Lo Sabe (SMCLS #1) ✔
Teen FictionLale, una chica que anhela encontrar el amor verdadero y dejar de ver telenovelas para vivir su propia historia. En su primer día en una nueva escuela, Lale se reencuentra con su mejor amiga Anelía y conoce a nuevas amigas, pero lo que realmente la...