Capítulo 5: Aquí la que controla soy yo

323 185 119
                                    

AQUÍ LA QUE CONTROLA SOY YO

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

AQUÍ LA QUE CONTROLA SOY YO.

Caminé hacia la izquierda...

Espero que el cuarto esté decente.

Y caminé hacia la derecha...

Eso espero, o me va a dar algo.

Caminé hacia la cama...

Ah, está desarreglada por aquí.

Arreglé la cama...

¡Listo!

Me mordí la uña y me dirigí al espejo.

¿Estaré bien peinada?

Di un respingo cuando la puerta de mi habitación fue tocada, aunque no fuerte, pero mi cabeza estaba demasiado concentrada con mi voz interior como para darse cuenta que el chico por el que estaba nerviosa, acababa de asomar su cabeza por la apertura entre la puerta y su marco.

—Adelante... —carraspeé tranquila, pero al darme la vuelta y verlo frente a mí, una sensación extraña me recorrió todo el cuerpo, un nervio extremo.

Observé cómo la puerta de mi cuarto se iba abriendo y dejaba ver a Mateo de a poquito. Juraría que mis pupilas se dilataron al encontrarme de nuevo con esos ojos hermosos y mirada tan atrayente.

—Cierra la puerta —dije sin pensar, pero luego mi consciencia me dio una cachetada.

¿En serio, Lale? ¿Qué van a pensar de ti? Creerán que eres una pervertida que quiere secuestrar a Mateo para luego...

Ups, los nervios por Dios. Ahora resulta que tengo una voz interior que me critica.

Mateo sin embargo, me obedeció cerrando la puerta a sus espaldas. Cuando lo vi dirigirse hacia mí, sintiendo que el aire no corría por el interior de la habitación, me quería dar un ataque.

Juraría que si mi madre supiera que Mateo me gusta, jamás en la vida lo dejaría entrar a mi cuarto.

—Hola.

—Hola, Mateo —le sonreí. ¿Por qué le sonrío?

—Tu mamá me abrió la puerta y me dijo que estabas aquí. —Señaló con su dedo pulgar hacia atrás. Asentí—. Con permiso, si se puede.

—Sí, claro, pasa.

Ese perfume me removía el estómago, era tan varonil y fuerte, que era imposible que no se incorporara por mis fosas nasales y afectara mi cerebro. Y mira que lo está afectado, pues en este momento me discoordiné de todo. Las dudas, las preguntas por saber cómo es él desaparecieron de mi mente. Todo fue sustituido por un paisaje de confianza que yo misma estaba creando y que no sabía si era real.

¿Es así como se sentían las actrices de telenovelas cuando conocían al chico de sus sueños?

Caminé hacia la mesa de estudios, mirando desde su pelo hasta su forma de vestir y caminar.

Solo Mi Corazón Lo Sabe (SMCLS #1) ✔Where stories live. Discover now