Capítulo 34: Carta de amor.

80 55 32
                                    

CARTA DE AMOR

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

CARTA DE AMOR

¿Cómo te sentiste la primera vez que te rompieron el corazón? En mi caso, experimenté algo nuevo, muy nuevo. Ya no es el golpe en la rodilla de cuando estabas aprendiendo a manejar la bicicleta y te caíste, ya no es el tropezón de un niño pequeño que está comenzando a caminar y se estrella contra el suelo, ya no lo es.

Cuando pasan los años, los golpes pasan a ser más profundos, y para que sean curados no se apoyan en banditas, ni en una píldora para aliviar el dolor. Ahora lo que se dañan son las emociones, heridas que no se curan de un día para el otro, ni en una semana. Pueden llevar incluso meses para las personas que no les gusta hablar mucho de ellas, personas introvertidas, personas... Como yo.

Podría haber olvidado la primera advertencia cuando Cloe me traicionó y se hizo novia de Mateo; podría haber olvidado la segunda, con las palabras hirientes como daga al corazón: "Lale no es mi tipo, nunca lo sería". Lo olvidé, lo perdoné dispuesta a iniciar de nuevo porque sabía que después de tantos tropiezos alguna vez me iba a levantar, iba a ganar, pero nunca imaginé estar pasando de nuevo por esto.

Ahora es más fuerte, ahora las heridas son más profundas. Tenía miedo de tener una pesadilla, ahora la pesadilla se hizo realidad.

He aprendido a fingir una sonrisa aunque tenga el corazón roto, he aprendido a continuar una conversación aunque mi mente esté en otro lado, he aprendido a disimular mis sentimientos, a ocultarlos. ¿A quién le importa que yo esté destrozada si ellos están felices?

A nadie.

—¿La mato? —Rosalía espetó.

Negué y la miré tratando de ocultar las ganas de llorar.

—No, no vale la pena —dije en un hilo de voz y me levanté—. Voy a salir, ya no soporto estar aquí.

—¿Voy contigo?

—No, solo quiero estar sola.

Me levanté y salí hacia la puerta. Quería estar sola, ya que la suerte no me acompañó este día y en su lugar envió a la desgracia, quería tener un momento para mí sola, en silencio, sin nadie alrededor.

Me crucé de brazos y me detuve una vez afuera. Apoyada en la pared me puse a pensar, pero por más que quería, mi mente estaba en blanco.

Había olvidado todo. Ahora quería recordar las palabras de Valeria para asimilarlas, pero se borraron de mi disco duro.

¿Qué había pasado minutos antes que me había dejado así?

¡Qué cosa más rara! ¡No puedo recordar nada!

—¿Tomando aire, Lale? —se apareció Gabriel a mi lado. Yo asentí y él se colocó a mi lado en la pared—. Allá adentro van a poner la música de nuevo. ¿No quieres bailar?

Negué, no pude hablar.

—¿Y qué haces aquí afuera?

Gabriel, no me preguntes nada, por favor. Estoy evitando no estallar, me duele el pecho, siento que en cualquier momento no voy a aguantar más el dolor, ya ha sido mucho tiempo cargando con esta nube de agua, pronto tronará y caerá un diluvio...

Solo Mi Corazón Lo Sabe (SMCLS #1) ✔Where stories live. Discover now