28

64 14 3
                                    

MÚSICA
Deeper (female) - SATV Music

▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬

Capítulo 28
La misión fallida parte 1

Deylen dejó el bolso sobre su regazo y de dentro corroboró que no haya olvidado nada de lo que había traído de la academia. Aunque en realidad, aquello no era un verdadero problema en su caso.

—¿A dónde vamos? —Margo le preguntó al hombre que conducía aquel vehículo, era el mismo chofer que las había llevado a Xenia y a ella a la academia.

—Detectaron señales de rastros oscuros en un edificio abandonado fuera de la cuidad, en realidad no es muy lejos —explicó el chofer a la muchacha, y aunque el dijese que no se situaba en un lugar muy alejado a la academia, Margo sintió como si aquel viaje durase años—. Unos demonios de grado tres.

—¿Unos? —interrumpió Xenia recuperando su nerviosismo—. Habían dicho que se trataba de uno solo.

—Cuando un demonio libera ese rastros oscuro, otros demonios suelen aparecer —interrumpió Deylen junto a Margo en aquel asiento—. Son seres de bajo nivel, aunque sean unos cuantos no habrá problema, además... traje unos juguetitos.

Margo con curiosidad quería saber que se encontraba en ese bolso y aunque sospechara que se trataba de armas, no podía ni imaginarse de que tipo.

El chofer los dejó en la ubicación, como dijo antes, en la entrada en de un alto edificio abandonado. Xenia, Margo y Deylen bajaron del vehículo encontrándose con lo que retenia lo que se podía encontrar ahí dentro.

—Siempre se monta una barrera invisible que cubre todo el lugar donde se encuentran los seres oscuros —Deylen dio un paso al frente y extendió su mano hacia delante—, para proteger todo lo que se encuentra alrededor... —de repente, la palma y dedos de Deylen parecieron atravesar un manto invisible—... ahí está.

—¿Solo nosotros podemos atravesarlo? —Margo se acercó con curiosidad de querer tocarlo.

—Si con nosotros te refieres a los superdotados, sí —confirmó Deylen dirigiendo aquellos azules ojos hacia los grises de Margo—. Solo nosotros podemos cruzarlo, un demonio o una persona común no podrían traspasar la barrera.

Entonces ambas supieron que lo que se encontraba allí no podría salir.

Margo se adentro en aquel manto y lo sintió como una lluvia de agua fría en todo su cuerpo. Una sensación tan extraña que no tuve idea de cómo describirla. Era suave pero para nada reconfortante, le generó un escalofrío en todo su cuerpo, y Xenia pareció sentir lo mismo porque se estremeció al pasar la línea que las dividía.

—Vamos, se supone que tenemos que terminar con esto para las diez —Deylen acomodó la tira del bolso sobre su hombro y continuó hacia la entrada del edificio.

No quería perderse la cena, se suponía que esa noche habría tiramisù de postre.

Xenia miró a Margo algo nerviosa y esta simplemente le devolvió la sonrisa. Margo temía embarrarla si intentaba alentarla de algún modo.

Ambas siguieron a Deylen a aquel edificio sin perder detalle de su alrededor.

—¿Están adentro? —Margo llevaba sus manos hacia sus brazos tratando de calentarse, desde que había traspasado aquel manto, sintió un terrible fresco a su alrededor.

—Si, después de un tiempo las dos podrán sentir la oscuridad que emanan esos demonios —Deylen miró a Margo y supo que ella ya comenzaba a sentirlo—. ¿Notas el frío?

𝐀𝐂𝐀𝐃𝐄𝐌𝐈𝐀 𝐋𝐀𝐍𝐂𝐀𝐒𝐓𝐄𝐑 ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora