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MÚSICA
Sick Thoughts (slowed) - Lewis Blissett

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Capítulo 35
Idéntico a él

Andrew y Margo se bajaron del autobús y el muchacho en cuanto puso un pie sobre la vereda de la calle, cerró sus ojos y extendiendo sus brazos a los costados de su cuerpo inhaló con fuerzas.

—Siéntelo, huélelo Margarita —agitó sus manos cerca de su rostro—. El aroma a la libertad.

Margo con una sonrisa negó con la cabeza.

—Vamos, me prometiste un helado después de esto —lo apuró ella llevando su mano a su hombro haciéndolo a un lado para que el resto de las personas que quisieran entrar al autobús pudiesen hacerlo.

—Cierto —reconoció Andrew—. Vamos, es por aquí.

Margo miró a su alrededor, todavía no conocía el centro de la cuidad, no había tenido la oportunidad de visitarlo a decir verdad. Las calles brillaban y los locales abrían para el público nocturno. Claro que la mayoría eran bares y discotecas, pero eso no le quitaba la diversión... por el contrario la aumentaba.

—¿Nunca visitaste la cuidad? —le preguntó Andrew mientras entrelazaba un brazo con el de ella.

—En realidad no —le confesó Margo mientras le seguía el paso—. El orfanato quedaba muy lejos y aunque nos escapáramos, ni siquiera llegábamos a la esquina antes de que nos devolvieran de los pelos a nuestros cuartos.

—Pero lograron escaparse al final, ¿no? —le preguntó Andrew mientras encendía un cigarrillo—. ¿Quieres?

—No —negó con la cabeza rechazándolo—. En realidad si, con Xenia nos fugamos pero teníamos miedo de que nos encontraran así que nos fuimos tan lejos que siquiera llegamos a la cuidad, fuimos para el lado opuesto.

Andrew encendió el cigarrillo en sus labios con su zippo que volvió a guardar en su chaqueta.

—Entonces cuando termine con esto te voy a hacer un recorrido —la alentó Andrew con una sonrisa—. No puedes venir y no entrar a un bar aunque sea.

—Si insistes —sonrió Margo—. No me vendría mal algo de beber...

—Algo picante —la provocó él.

—Eso —asintió ella.

Ambos se adentraron por un callejón donde las pocas luces de neón de los locales vecinos lograban iluminar el camino. No era una zona muy bonita, pero la verdad es que Margo estaba acostumbrada.

Era un callejón largo y sucio, la basura se acumulaba contra las paredes, los gatos caminaban por encima de sus cabezas por los tejados y balcones de algunos edificios. Andrew la hizo adentrarse aun más descubriendo que aquel callejón en realidad parecía ser un laberinto.

Gente sentada en los escalones de la entrada a unas casas que parecían sostenerse a base de magia de lo destrozadas que estaban, los ojos los observaban con recelo, enojo y quizá por la ropa que usaban, ropa limpia y sin olor a moho y mugre podrida.

—Es aquí —Andrew se detuvo frente a un edifico con grietas, llevaba rejas en cada ventana y puerta, y los grafitis viejos y nuevos ocultaban el verdadero color con el que alguna vez lo habían bautizado—. Margo...

—¿Si? —ella volteó a verlo mientras veía como arrojaba el cigarrillo al suelo y lo apagaba con la suela de su zapatilla.

—Mejor aguarda fuera, ¿si? —le pidió él un tanto preocupado.

𝐀𝐂𝐀𝐃𝐄𝐌𝐈𝐀 𝐋𝐀𝐍𝐂𝐀𝐒𝐓𝐄𝐑 ✔️Where stories live. Discover now