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MÚSICA
Over This - Tim Schaufeet, YOSIE

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Capítulo 49
Iremos por él

Xenia cruzó miradas con Margo. No la había visto en toda la noche después de aquel juego que habían hecho en la sala, no quería decir que sospechaba de ella, claro que no, pero si estaba preocupada de dónde se había metido su mejor amiga después de cierto hecho.

¿Dónde estabas? Le preguntó Xenia al ver como Margo la observaba.

No importa.

Margo, Theo desapareció anoche... estoy preocupada.

Pues estoy aquí sin un rasguño, no te preocupes más.

—¿Que nadie custodiaba las puertas del sótano? —preguntó Ralph como si fuese evidente.

Hal Lancaster había reunido no solo a sus mejores alumnos sino que a todo el profesorado de la academia. Se había mantenido callado por unos instantes y con sus manos aferradas tras su espalda, pensaba en lo que Margo podría averiguar rápidamente, pero no se atrevía porque últimamente había aprendido algo nuevo, el respeto.

—Claro que si, Ralph —Julian Milister, profesor de la clase de Defensa se veía bastante alarmado como el resto—. Pero de alguna manera evadió toda nuestra seguridad.

—¿Cómo es posible? —Talia Witmore observó al director a la espera de alguna respuesta con coherencia después de tanto caos—. ¿Hal?

Hal no respondió, todavía no tenía la respuesta, habían piezas del rompecabezas que le faltaban y sin ellas no era capaz de comprender la situación al cien por cien.

—¿Esa mujer se llevó a Theo como rehén? —preguntó Martha llevando sus manos a sus codos, el frío la invadió como un escalofrío a primer hora de la mañana.

Todos se miraron, Cassia, Raquel, Milo, Ralph, Andrew, Xenia, Martha, Deylen y Margo. Habían estado todos juntos esa noche y ahora faltaba uno de ellos...

—Eso es lo que creemos —asintió Kave Poltricks de Destreza.

—¿Lo que creen? —Milo frunció el ceño—. ¿Cabe otra posibilidad?

El director Lancaster alzó la vista, pero este no miró a Milo, sino que a Deylen quien se había mantenido en silencio desde que había bajado de su habitación. Cruzado de brazos escuchaba con atención desde una cierta distancia.

—Revisé la línea de tus saltos, Deylen —la voz del director se oía mucho más seca que nunca, llamó la atención de todos los presentes en aquella sala privada. Pero fue Deylen quien lo miró con aquellos desafiantes ojos azules—. En mi oficina marca con evidencia que hubo un salto a las tres y cuarto de la mañana que llega hasta una localización del centro de la cuidad... una casa abandonada.

Margo recordó cómo el director tenía controlado a Deylen con una especie de aparato que verificaba cada salto que él hacía y mejor aún, alertaba si había hecho algún viaje en el tiempo.

Fue por eso que ahora todos, incluidos los profesores, miraron a Deylen con sospecha, una sospecha que de parte del muchacho no fue muy bien recibida.

—¿Qué es lo que intentas decirme? —Deylen lo miró con aquel desprecio que Margo reconoció desde el primer día que lo había conocido, ahora era un chico completamente diferente al que había encontrado al abrir sus ojos aquella mañana.

—Solo quiero que me expliques o me des algún justificativo de por qué encontré esta alerta en la línea —Hal calmado imaginó cómo podría reaccionar el muchacho, para nada bien.

𝐀𝐂𝐀𝐃𝐄𝐌𝐈𝐀 𝐋𝐀𝐍𝐂𝐀𝐒𝐓𝐄𝐑 ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora