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MÚSICA
Twisted - Two Feet

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Capítulo 44
Tensión

Margo todavía lavaba su cabello para cuando el resto ya había terminado. Cassia, Martha, Xenia y Raquel habían decidido que era buena idea bañarse por la noche cuando Margo aviso que se marcharía luego de la cena porque necesitaba una ducha. Así que una vez que terminaron de comer subieron a la torre directo a las duchas.

No tenía idea de lo que sus murmullos decían, Margo estaba concentrada en el agua caliente que la mojaba como para detenerse a escuchar los chismes de unas adolescentes enamoradas.

Se enjuagó y se envolvió en una toalla.

En cuanto salió, el vapor del lugar la invadió a tal punto que tuvo que frotar sus ojos para encontrarse con las chicas.

Los vidrios que rodeaban en forma de cilindro los lavabos que se encontraban en el centro del extenso baño, se habían empañado hasta tal punto en que Margo no podía ver su reflejo.

Xenia en una bata rosada y una toalla blanca que envolvía su cabello se encontraba sentada en una de las bancas junto a los casilleros donde se encontraban los cestos de ropa, repuestos de toallas limpias, jabones, etc. Alzó la vista y se encontró con la de Margo.

Inmediatamente le dedicó una sonrisa. Xenia realmente era hermosa, incluso recién salida de la ducha.

Margo se dirigió al lavabo y paso una mano por el vidrio frente a ella. Tras el cristal vio reflejada el rostro de una muchacha cansada, un poco asustada por su futuro... no le gusto la imagen que vio, notó que volvió a bajar de peso, el peso que había ganado cuando había llegado y encontrado tanta comida gratis sobre la mesa.

Los nervios, el cansancio, las clases extra y el constante miedo por perder a Xenia en algún otro ataque le habían quitado todo el brillo que antes había recuperado.

—El fin de semana podría enseñártelo —le decía Cassia a Xenia—. Todas podemos ir...

—¿No te parece insensato ir al centro después de todo lo que está pasando? —replicó Raquel preocupada.

—Oh vamos —Cassia rodó sus ojos—. Los demonios seguían existiendo cuando lo visitábamos antes. Además, los fines de semana siguen siendo nuestros días libres...

—Yo digo que Cassia tiene razón, podríamos ir y despejarnos un poco —añadió Martha—. Toda esta presión me está matando, el dolor de cabeza ya no me deja dormir.

—Puedes ir a la enfermería por eso —le dijo Raquel con obviedad.

Martha la fulminó con la mirada.

Margo fue en búsqueda del cepillo.

—Margo, ¿tú qué opinas? —la interrumpió Cassia de brazos cruzados, Raquel la miró y Margo percibió un brillo en sus ojos, el mismo brillo que notaba en Ralph cada vez que Xenia estaba cerca.

Margo miró a todas y entonces se encogió de hombros.

—Siempre creí que moriría violada en un descampado... —al escuchar los chillidos de horror de las chicas, continuó—... o muerta de hambre en la calle, quizá de una sobredosis cuando no aguantase más... supongo que vivir un poco no nos vendría mal, ¿no? Se supone que todos damos nuestras vidas en ese equipo, así que deberíamos tener una antes de desperdiciarla de esa manera.

Xenia frunció el ceño preocupada de lo que ahora le rondaba en la cabeza a su mejor amiga.

—Bueno... no era exactamente lo que esperaba por respuesta —Martha rompió el silencio—. Pero algo es algo.

𝐀𝐂𝐀𝐃𝐄𝐌𝐈𝐀 𝐋𝐀𝐍𝐂𝐀𝐒𝐓𝐄𝐑 ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora