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MÚSICA
The Middle of the World — Nicholas Britell

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Capítulo 9
Un mal viaje

La primer clase del día para Margo y Xenia era Mentalidad. ¿Qué mierda era eso según lo poco que ellas sabían de aquel lugar? La verdad, no tenían la más mínima idea, pero era evidente que ambas estaban demasiado entusiasmadas por averiguar que les esperaba aquel salón.

En la clase no eran muchos, los necesarios para no generar demasiado alboroto. Pero Margo no se fijaba en quienes estaban sino en el enorme salón que impresionaba bastante. La sala era cuadrada con paredes altas, pero al entrar los escalones guiaban en circulo a una tarima en su centro donde habían almohadones sobre el suelo. Las ventanas que habían estaban cerradas con cortinas con colores tenues que convertían la luz que entraba en un brillo mucho más oscuro que incluso generaba cansancio en Margo.

Las chicas bajaron los escalones de madera observando cada rincón de aquel salón. Era realmente impresionante, algunas plantas colgaban del techo donde la luz las alcanzaba y crecían y caían como enredaderas hasta una altura considerada.

Sentados en los almohadones en circulo sobre la tarima las chicas reconocieron a Ralph, Milo, Cassia y Martha. Margo también notó que la chica que se había topado en el baño, estaba en uno de los almohadones, recordó su nombre, era Raquel.

Había un chico más que ni Margo ni Xenia conocían, su cabello era castaño casi rubio, sus ojos claros y aparentaba ser un joven bastante arreglado y perfecto, esa clase que Margo suele odiar para variar.

Cuando se unieron a los demás, Martha y Cassia les hicieron un lugar entre ellas sumando algunos cojines. Raquel miró a Margo y le guiñó un ojo a lo que esta le sonrío.

—¿La conoces? —le preguntó Xenia en un susurro.

—De hoy en el baño —le respondió—. Se llama Raquel.

En aquel momento frente a sus ojos, Margo pudo ver como se generaba un rápido agujero en el espacio sobre uno de los almohadones entre el chico que no conocía y Ralph, el destello azul lo reconoció al instante y sintió como toda la ira comenzó a acumularse dentro de ella con rapidez.

Deylen apareció sentado en el almohadón, mientras se acomodaba de la manera más masculina posible, sus ojos se encontraban con los de Margo frente a él. Deylen le sonrió de lado con un tanto de burla en su expresión, Margo desvió sus ojos para evitarlo, pero lo que no podía evitar realmente era el rubor en sus mejillas de lo molesta que se encontraba.

De una de las puertas al fondo del salón se hizo presente una mujer alta y flacucha, su cabello era largo y rizado hasta casi su cintura de un color de mezcla rojizo y morocho, sus ojos eran verdes pero unos lentes los ocultaban como también a sus largas pestañas. Llevaba una larga falda que a penas dejaba ver sus sandalias, por encima tenía un suéter algo holgado y sus bordes se encontraban dentro de su pollera. Tenía las mangas de sus muñecas arremangadas hasta los codos dejando ver sus flacuchos brazos y las pecas en el resto de su piel.

—¿Cómo se encuentran mis alumnos preferidos? —preguntó la mujer dirigiéndose al centro de la tarima y el circulo que formaban los almohadones, entonces sus agrandados ojos a causa de los lentes para ver, se encontraron con Margo y Xenia—. Veo que hay personitas nuevas... ¿Cuales son sus nombres lindas?

Sus largas pestañas parpadearon unas cuantas veces mientras se acercaba a ambas.

—Margo, y ella es Xenia —la muchacha señaló a su mejor amiga sentada a su lado.

𝐀𝐂𝐀𝐃𝐄𝐌𝐈𝐀 𝐋𝐀𝐍𝐂𝐀𝐒𝐓𝐄𝐑 ✔️Where stories live. Discover now