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MÚSICA
Soldier - Fleurie

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Capítulo 59
Es hora de recuperarlo

Margo abrazaba a Xenia en sus brazos aferrándola a su pecho, ya estaba mejor, la enfermera Grace se había encargado de ello, pero aún así, ella no pensaba soltarla. No después de haberla visto tan herida.

Todos se encontraban mucho mejor después de aquella noche, reunidos en la enfermería habían juntado algunas camillas como si fuese una pijamada mixta. A decir verdad, nadie quería dormir en sus cuartos, y aunque fuesen compartidos, preferían mantenerse todos juntos.

Milo había traído comida de la cocina y en el centro dejó el pilón para que todos agarraran. Él tomó una caja de galletas y la abrió para él solo, era inevitable que no sufriera hambre todo el maldito tiempo.

El silencio se había vuelto su aliado, desde que el director los había rescatado de aquella sala y los había traído uno por uno a la academia, ninguno formuló palabra alguna.

Todos parecían estar en un estado de shock involuntario. Derrotados.

—¿Nadie va a decir nada? —Raquel rompió el silencio mirando a cada uno de ellos, esperando aunque sea algo de sus compañeros.

Ninguno fue capaz de responderle, siquiera Ralph que era quien se suponía que debía levantarle el ánimo a su equipo, teniendo el cargo del líder... era su deber. Sin embargo, aún así se lo veía tan absorto o incluso aún más que él resto. Sus ojos no podían creer lo que habían visto hacia unas horas atrás.

—Si... —suspiró Andrew levantando del montón de comida un sandwich de salami—... que la Academia Lancaster al final es un fracaso total.

—No digas eso —lo acalló Martha.

—Tiene razón —dijo Milo luego de tragar—. Vamos dos misiones seguidas que lo único que hacemos es perder a más amigos.

—Theo ya no es nuestro amigo —lo corrigió Cassia sintiendo el enojo a flor de piel—. Él nos traicionó. Nos vendió.

—¿Y qué hay de Deylen?

—Deylen es un caso diferente —negó Martha con la cabeza.

—¡A ti casi te mata! —la señaló Milo que lo había visto con sus propios ojos al llegar a la habitación—. ¡A todos casi nos asesina sin siquiera parpadear! Éramos ocho contra uno que a penas se podía mantener de pie y aún así nos hizo papilla...

Margo recordó su apariencia en la imagen de su cabeza, su cabello, su cuerpo demacrado, hasta en cómo la miraba... como si no fuese capaz de reconocerla. Tanto como Ralph, ella tampoco podía creer lo que sus ojos habían visto.

—Ese no era Deylen —era la primera palabra que decía Ralph desde que habían llegado.

Margo se detuvo a oírlo con atención. La muchacha no parecía tener mucho interés en la conversación, pero en cuanto escuchó a Ralph, sus oídos volvieron a abrirse. 

Milo por otro lado, en una reacción muy diferente a la de Margo, confundido volteó a verlo. Frunció el ceño y miró a su compañero como si estuviese mal de la cabeza.

—¿Eh?

—¿Qué no se dieron cuenta? —Ralph miró al resto en búsqueda de apoyo.

Cada uno de sus compañeros lo observaron, ninguno dijo nada quizá porque no lo comprendían o quizá muy en el fondo sabían que tenía razón.

𝐀𝐂𝐀𝐃𝐄𝐌𝐈𝐀 𝐋𝐀𝐍𝐂𝐀𝐒𝐓𝐄𝐑 ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora