~Tenía los ojos café, su típica sonrisa y un carácter de mierda. Pero cuando estabamos juntos, esos ojos brillaban por mí, esa sonrisa me pertenecía, su carácter se iba a la mierda y para mí era lo más tierno que podía existir.~
• Lenguaje explicito...
Yo nunca pensé que fueras tú lo que siempre esperé.
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Los chicos habian quedado en verse en la casa de Jaemin para hacer una pijamada, todo esto era planeado para que Mark y Haechan pudieran estar juntos sin que nadie los molestara.
Haechan estaba sentado en la mesa junto a sus padres tomando su almuerzo.
Pensó mucho en lo que les diría, respiro y por fin habló- Papá, mamá...
-¿Que pasa?- dijo su padre para después tomar de su jugo.
-Pues... Es que Jaemin organizó una pijamada hoy, entonces me preguntaba si podía ir- dijo el moreno con su cabeza agachada.
-No- dijo su padre.
-No seas así, el niño no puede estar encerrado todo el tiempo, debe salir con sus amigos, divertirse- dijo su madre.
-Ya dije que no.
Su madre lo miró con una sonrisa- No te preocupes amor, yo te doy permiso para que vayas.
-No me quites autoridad frente a nuestro hijo, si yo dije que no, pues no va y punto ¿Creen que no me se ese cuento de que pijamada solo de amigos? Seguro va a ir el muchachito ese, no quiero hablar más del tema, no vas.
-Yo también tengo derecho sobre nuestro hijo y ya dije que si puede ir, así que no se habla más, amor puedes ir a empacar tus cosas- dijo su madre mirandolo.
-Te levantas de ahí y no vas a volver a salir de esta casa nunca más ¿Me oíste?
-Mira Lee, te voy a dejar claro una sola cosa, el niño tiene derecho a divertirse, puede salir con sus amigos y tú no puedes prohibirselo- dijo su madre enojada.
-Soy su padre, tengo derecho sobre él.
-Pero no sobre mí, así que si sigues así me voy a ir y me voy a llevar a Haechan conmigo, así que tú decides, o lo dejas ir o nos pierdes a los dos, no es justo que tengas al niño como prisionero.
Su padre se quedó pensando unos minutos- Espero ese muchachito no vaya, porque si yo me entero que te viste con él no voy a pensarlo dos veces antes de mandarte a un internado.
Haechan asintió- Voy a arreglar mis cosas, gracias por dejarme ir- dijo sonriendo.
Se levantó de la mesa y corrió hacia las escaleras. Subió a su cuarto y empezó a sacar la ropa que se iba a llevar a la casa de Jaemin.
Minutos después sintió la puerta abriéndose, miró hacia ella y vio a su madre. Ella entró con una sonrisa y cerró la puerta.
-¿Ya terminaste, amor?- dijo su madre sentándose en su cama.