~Tenía los ojos café, su típica sonrisa y un carácter de mierda. Pero cuando estabamos juntos, esos ojos brillaban por mí, esa sonrisa me pertenecía, su carácter se iba a la mierda y para mí era lo más tierno que podía existir.~
• Lenguaje explicito...
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—¿Que dijiste?— preguntó Jaemin dándose la vuelta. Ya iba a subirse a su auto cuando Haechan salió de la casa y le dijo lo que había pasado.
—Lo que escuchaste.
—¿Es en serio?— limpió sus lágrimas.
—En mi defensa la idea fue de Jeno— dijo levantando sus manos en son de paz.
—Voy a matarlo— dijo tomando su teléfono en mano y llamando a su novio.
Al tercer tono el pelinegro contestó.
—Hola am...
—¡Eres un imbécil de mierda! ¿Cómo se te ocurre hacerme una broma así? ¿Tienes idea de cómo me sentí? Te juro que quiero arrancarte la cabeza.
—Primero cálmate, bebé, no es para tanto— dijo el pelinegro del otro lado de la línea.
—¿No es para tanto? Que hijo de puta, ahora me estás poniendo a dudar en si casarme o no.
—Con eso no se juega, amor.
—Tampoco se juega con mis sentimientos, te juro que me siento de lo peor, pensé que de verdad te había pasado algo, eres un inconsciente— su voz se quebró un poco.
—Lo siento, no sé en qué momento pasó por mi cabeza hacerte esa broma, ahora que lo pienso no estuvo bien.
—Es que no lo entiendo ¿Por qué? ¿Qué necesidad había de hacerme esto? ¿Sabes lo que me dolió?
—Perdón amor, te juro que no lo pensé en ese momento, lo siento tanto.
Jaemin suspiró y estuvo en silencio por unos segundos— Ya no me quiero casar, no contigo.
—¿Es en serio? De verdad lo siento, amor.
—Lo digo de verdad ¿Por qué me casaría contigo después de lo que me hiciste?
—Jae, amor, estoy arrepentido de verdad, no hagas esto, no cuando falta muy poco para nuestra boda— la voz del mayor se quebró.
—Eso debiste pensar tú antes de hacerme esa broma.
—Jae, cariño, no hagas esto.
—Ya lo hice— dijo el menor antes de colgar la llamada.
Jaemin miró a sus amigos, queines estaban con la boca abierta y sus padres queines estaban detrás de ellos se acercaron a él.
—¿Estás loco? ¿Cómo vas a cancelar la boda a solo unas horas?— dijo su madre.
—No lo voy a cancelar, tampoco soy tan estúpido, al final no puedo vivir sin ese idiota, su broma fue muy pesada, pero la mía lo será aún más. Ahorita seguro viene a verme, no lo dejen pasar, estaré en mi habitación— dijo empezando a caminar a su habitación.
