39

263 23 18
                                    

Aveces no podemos explicar lo que vemos en una persona. Es simplemente la forma en que esa persona te hace sentir y nadie más puede hacerlo.

 Es simplemente la forma en que esa persona te hace sentir y nadie más puede hacerlo

Hoppla! Dieses Bild entspricht nicht unseren inhaltlichen Richtlinien. Um mit dem Veröffentlichen fortfahren zu können, entferne es bitte oder lade ein anderes Bild hoch.

🚨🔞🚨

El pelirosa abrió sus ojos y respiró agitado, sintió las gotas de sudor caer por su rostro y cuello.
Por la luz de la luna que entraba por la ventana pudo ver los brazos descubiertos de su novio alrededor de su cintura.

Trató de controlar su respiración y pensó en el reciente sueño que había tenido. Eran muy pocas las veces que tenía sueños calientes con su novio.
Tan solo recordar todo lo que habían hecho le ponía la piel de gallina.

Se removió un poco y sintió su creciente erección dentro de sus pantalones, suspiró y tomó los brazos de su novio para tratar de soltarse e ir al baño, pero este estaba muy aferrado a su cintura.
Suspiró frustrado, tomó su teléfono de la mesita de noche, lo prendió y vio la hora. Apenas eran las 3 de la mañana, no podía aguantar hasta las 6 que era la hora que se levantaban para ir a la escuela... Tenía que despertar a Jeno.

Se removió hasta quedar cara a cara con el pelinegro dormido. Llevó las manos hacia su rostro y lo acarició.

—Amor— el pelinegro no respondió, así que se acercó más a él para hablar en su oído— Bebé, despiértate— dijo moviéndolo un poco.

Seguía sin responder— Cariño, vamos, arriba— dejó varios besos en su mejilla mientras lo movía un poco.

Jeno empezó a moverse y protestó sin abrir los ojos.

—Jen, bebé, despiértate, te necesito.

El pelinegro abrió lentamente sus ojos— ¿Qué pasa? ¿Qué hora es?— dijo somnoliento.

—Son las tres de la mañana— dijo el pelirosa acariciando su suave rostro.

—¿Y por qué me despiertas, amor?— preguntó con su voz ronca.

Jaemin mordió su labio y acarició los del pelinegro con su dedo— Es que... Tengo ganas.

—¿A esta hora?

El menor asintió— Yo no quería despertarte pero no creo aguantar hasta el amanecer, lo siento.

Jeno pasó sus manos por su rostro y se puso boca arriba— ¿Estabas soñando?

Jaemin asintió apenado— Si no quieres hacerlo no importa, yo puedo esperar hasta el amanecer.

—Quitate la ropa— dijo tocando el muslo de su novio sobre el pantalón de pijama.

El pelirosa se sentó en la cama y quitó su camisa, luego su pantalón y su boxer— ¿Y ahora que hago?— preguntó inocente.

—Ahora toma el lubricante que está en el cajón— el menor hizo caso y a los segundos ya tenía el lubricante en sus manos— Ya tú sabes que hacer.

Your Eyes On Me - Nomin Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt