~Tenía los ojos café, su típica sonrisa y un carácter de mierda. Pero cuando estabamos juntos, esos ojos brillaban por mí, esa sonrisa me pertenecía, su carácter se iba a la mierda y para mí era lo más tierno que podía existir.~
• Lenguaje explicito...
Ya perdí la cuenta de todos los besos que quiero darte.
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Meses después
El menor estaba sentado en la silla del escritorio de su novio. Buscaba en su laptop la información de una tarea que le habían dejado en la escuela.
No encontraba nada, estaba buscando desde hace horas, su novio había desistido de buscar hace un rato. Golpeó la mesa por la frustración.
—Amor, te he dicho que no lo vas a encontrar, estuvimos buscando por horas y no está, si quieres mañana podemos ir a la biblioteca y ver si ahí encontramos algo en los libros, ven a dormir, ya son las 3 de la mañana— dijo el pelinegro.
El menor se dio la vuelta y miró a su novio, este último estaba acostado en la cama boca abajo, tenía su teléfono en la mano y solo tenía puesto un bóxer, según él esa era su pijama.
Jaemin hizo un puchero mientras lo miraba.
—No me hagas esa carita, ya es tarde, bebé, no puedes quedarte toda la noche buscando eso, ven, vamos a dormir— dijo Jeno mirándolo.
Jaemin negó— Debo encontrar esto primero, si quieres duerme tú, cuando lo encuentre me voy a dormir, te lo prometo.
Jeno suspiró frustrado y hundió su cabeza en las sábanas.
El menor volvió su mirada a su laptop, buscó por un rato más pero seguía sin encontrar nada.
Debía tomarle la palabra a Jeno e ir a dormir. Ya eran las 3:28 am
Se dió la vuelta y lo miró, sabía que aún estaba despierto.
Detalló el cuerpo de su novio por unos minutos, hace mucho no estaban juntos. Desde el viaje que habían tenido con los chicos, hace 8 meses, no había pasado nada entre ellos.
Sabía que Jeno no lo obligaría a hacer nada, pero también sabía que moría de ganas, la forma como el mayor lo miraba, lo delataba.
Habían tenido momentos subidos de tono pero nunca llegaban al sexo, cuando estaban a punto, alguno de los dos se alejaba. Sabía que para el mayor era frustrante tenerlo junto a él y no poder tocarlo, no por que Jaemin no quisiera, sino por respeto.
Su relación seguía igual que antes, el único detalle es que ya no tenían intimidad.
El menor se sintió mal al mirar a su novio y entender por lo que debía estar pasando, las relaciones no solo se basan de sexo, él lo sabía, pero aveces también necesitaban de eso para poder tener una mejor relación.
Suspiró pesado, volvió su mirada a su laptop y la cerró, se levantó de la silla y caminó hacia la cama.
Se acostó junto a su novio, este último levantó su cabeza y lo miró.
