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El tiempo siempre te mostrará lo que realmente significas para alguien.

Jaemin abrió sus ojos luego de desperezarse, miró a su alrededor y vio las cortinas corridas dejando que la luz del día entrara a su habitación

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Jaemin abrió sus ojos luego de desperezarse, miró a su alrededor y vio las cortinas corridas dejando que la luz del día entrara a su habitación.
Buscó su teléfono en la misma de noche y cuando lo encontró miró la hora.
Eran las 2: 34 pm y apenas de estaba levantando.

Quería quedarse entre las sábanas más tiempo pero no se lo permitirían. Así que se levantó con pereza, se puso sus pantuflas con orejitas de conejitos, caminó hacia la esquina de su habitacion donde se encontraba su cachorro, acarició su pelaje por unos minutos y luego fue hacia el baño.

Se dio una ducha rápida y luego volvió a su habitación para cambiarse. Cuando terminó de arreglarse salió de su cuarto, bajó las escaleras y vio a su madre en el sillón de la sala mientras miraba un programa de cocina en el televisor.

-Buenas tardes, mamá- dijo acercándose a ella para luego darle un beso en la mejilla.

-¿Qué son estas horas de levantarse jovencito?- dijo su madre regalandolo.

-Lo siento mami, es que me dormí un poco tarde anoche- dijo apenado.

-Jumm, ve a comer, no puedes estar saltandote las comidas.

-Voy... ¿Donde esta papá?- preguntó mientras caminaba hacia el comedor y se sentaba.

-Está en la empresa, aunque dijo que llegaría temprano hoy.

-Oh, okey- dijo con una sonrisa.

Se dedicó a comer mientras revisaba su celular, no había nada interesante para ver y solo miró las fotos de su galería.

Estaba en su teléfono y cuando escuchó la puerta principal siendo abierta, miró hacia ella y vio a ese lindo pelinegro que tanto había extrañado, aunque se habían visto ayer y habían pasado toda la noche viéndose, esa había sido la razón por la cual había dormido tarde.

Sin pensarlo más se levantó de la silla y corrió hacia el pelinegro, saltó a sus brazos y pegó su boca a la de él.
Estuvieron besandose por unos minutos hasta que la madre del menor los interrumpió.

-Jaemin, saben que esas demostraciones de amor no están permitidas aquí, si tu padre llega a verlos se les va a armar- dijo la mujer mientras los miraba desde el sillón.

-Pero mamá...- dijo haciendo un puchero mientras miraba a su madre.

-No lo digo yo, lo dice tu padre, para eso tienen tu habitación.

El pelirosa hizo una mueca y volvió a mirar a su novio quien no había dicho nada desde que llegó.

-Hola mi amor- dijo el menor.

-Hola precioso- lo miró con una sonrisa.

-¿Como te fue?

-Bien, aunque estoy un poco cansado.

Your Eyes On Me - Nomin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora