~Tenía los ojos café, su típica sonrisa y un carácter de mierda. Pero cuando estabamos juntos, esos ojos brillaban por mí, esa sonrisa me pertenecía, su carácter se iba a la mierda y para mí era lo más tierno que podía existir.~
• Lenguaje explicito...
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Jaemin se encontraba acostado en el pecho de su novio mientras acariciaba su rostro.
Había pasado un rato, ya era la 1: 23 pm, todo ese tiempo estuvieron acostados en la cama sin hacer nada.
—Precioso, debemos irnos— dijo Jeno después de mirar la hora en su teléfono.
—¿A donde?— preguntó el menor dejando un besito en la mejilla de su novio.
—¿Acaso creíste que lo del plug era la única sorpresa que te tenía?— preguntó con una ceja levantada.
—¿Hay más?
—Claro que si, bebé, hay que irnos o se nos hará tarde— dijo el pelinegro tomando a su novio de la cadera para bajarlo de encima de él.
—Yo quiero quedarme aquí contigo ¿Tú no quieres?— preguntó haciendo un puchero.
—Lo que tengo preparado te va a encantar.
Jaemin se acurrucó más al cuerpo de su novio, metió su rostro en el cuello de este.
El mayor suspiró y sonrió, antes de tomar al pelirosa de los muslos y sin ningún problema se levantó de la cama.
Jaemin sonrió y sacó su rostro del cuello— Ay, que fuerte— dijo acariciando los bíceps de Jeno.
Jeno soltó una risita— Ya vámonos, vas a arrepentirte de no haber ido temprano si nos demoramos más.
—Pero yo no quiero, mi amor.
—¿Me vas a dejar la sorpresa organizada?
—No tenías que haber hecho nada, pero bueno, espera un segundo mientras yo me arreglo y nos vamos.
Jeno asintió, el menor se bajó de la cintura de su novio, le dio un beso y fue al baño.
Pasaron unos minutos y ya los dos estaban listos, el pelirosa salió del baño y vio a su novio sentado en la cama con una mochila a su lado. Se veía muy pensativo.
El menor se acercó a él y se sentó en su regazo— ¿Que tanto piensas?
Jeno lo tomó de la cintura— En que el plug tenía mucho que ver con la sorpresa que te tengo.
—¿Si?
El pelinegro asintió.
—Entonces ponmelo, amor.
—¿De verdad? ¿No te sentirás incómodo?
—Pues no se, pero si tú dices que era parte de la sorpresa, pues está bien.
Jeno sonrió y le dio un beso en la frente— ¿Entonces si?
