~Tenía los ojos café, su típica sonrisa y un carácter de mierda. Pero cuando estabamos juntos, esos ojos brillaban por mí, esa sonrisa me pertenecía, su carácter se iba a la mierda y para mí era lo más tierno que podía existir.~
• Lenguaje explicito...
Ese sentimiento de no saber ni siquiera que estás sintiendo.
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El pelirosa entró a su salón con las manos en sus bolsillos. Miró a su alrededor y vio a varios de sus compañeros dentro del salón.
Caminó hacia su puesto con la cabeza agachada y se sentó. A los segundos alguien más se sentó a su lado.
Sintió un beso en su mejilla, levantó la cabeza y vio la hermosa sonrisa de su novio.
—Hola mi amor— dijo el pelinegro sonriendo.
—Hola— dijo tratando de lucir normal, pero evitando mirar los ojos de su novio.
Jeno lo miró con el ceño fruncido— ¿Qué pasa?
—Nada ¿Por qué?— dijo bajando su cabeza.
—Es que estás muy raro, no me miras a los ojos, nisiquiera me dijiste un apodo lindo como siempre haces, a menos de que estés enojado, pero no lo estás, no me contestaste los mensajes, ni las llamadas en los últimos días, nisiquiera viniste a la escuela ¿Pasa algo, mi amor? Sabes que puedes decirme lo que sea— tomó la mano de su pequeño novio.
Jaemin tragó grueso y lo miró, esta vez a los ojos— No me pasa nada Jen, estoy bien— acarició la mano del mayor con su mano libre.
—No te creo Jaemin, te conozco, sé cuando algo te pasa, dímelo, solo quiero ayudarte, amor.
Jaemin trató de aguantar las lagrimas que querían salir de sus ojos.
Miró a su novio con un puchero y luego se lanzó a abrazarlo. Jeno sin duda le correspondió y acarició su espalda para calmarlo.
—¿Qué pasa, mi amor? ¿Te sientes mal? ¿Te duele algo?
El menor negó y escondió su rostro en el cuello de Jeno— Solo abrázame, por favor.
Estuvieron unos minutos abrazados hasta que Jaemin se calmó. Se separaron lentamente y se miraron a los ojos.
Jeno puso su mano en la mejilla de su novio y limpió el rastro de lágrimas que había quedado ahí— ¿Me dirás qué es lo que pasa? Estoy muy preocupado, pequeño, no puedo estar sin saber que es lo que te sucede, necesito saberlo para poder ayudarte.
—No es nada Jen, solo estoy un poco sensible hoy.
—¿Esperas que yo me crea eso? Entiendo si no me quieres decir, pero no me mientas, simplemente dime qué no quieres que lo sepa y ya.
—No te estoy mintiendo, solo estoy sensible— dijo apartando un mechon de cabello que molestaba sus ojos.
—¿Entonces quieres que te consienta hoy?
Jaemin asintió con un puchero, el pelinegro sonrió y lo atrajo hacia él para dejar un beso en su frente.
