Capítulo 8

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Este capítulo tiene ciertas partes subidas de tonos, pero nada exagerado.

Anastasia

- Ya sabes que es lo que tienes que hacer - la señorita afife me dijo cuando ya estábamos dirigiendonos a los apocentos de mehmet, está nerviosa, pero también contenta tenía una enorme sonrisa en mi rostro.

- Lo se señorita afife - le aseguré

- Entonces puedes entrar - le señaló la puerta está vez los agas tenían la orden de dejarla pasar de inmediato, cortesía de la madre sultana.

Respiro profundo y entro con seguridad.

- Anastasia - escuchó que mehmet la nombró.

Ella camino hacia él con toda la seguridad que pudo reunir, se iba agachar, pero él la detuvo.

- No es necesario - dijo.

Ella se decepciono ¿No le gustaba?, Sus dudas se disiparon cuando mehmet puso su mano en su mejilla derecha y la acaricio delicamente, ella recostó su rostro en su mano.

- Mi sultán - murmuró

- Eres muy hermosa - la voz de mehmet era suave.

Ella lo miro a los ojos y el hizo lo mismo, se fue acercando de a pocos, ella se sentía nerviosa, pero cuando los labios de mehmet tocaron los suyos todo rastro de nerviosismo se fue, cuando se separaron volvieron a mirarse detenidamente, mehmet aún cariñaba su mejilla, él atacó sus labios con mucha pasión y ella simplemente se dejó de llevar por el beso y las caricias.

Narrador omnisciente.

Las ropas fueron desapareciendo mientras que mehmet la guiaba hacia la cama, cuando estuvieron sin nada, mehmet comenzó a acariciar su cuerpo con delicadeza, bajo sus beso a su cuello y luego se dirigió a sus pechos, ella se sentía avergonzada, las mujeres del harem se habían burlado de ella por tener pechos pequeños, no es que le importara mucho, pero quizás a mehmet no le gustaban, inconsciente tapo sus pechos, ese gesto pareció molestarle a mehmet por qué frunció el ceño.

- No hagas eso - le pidió, ella retiro sus manos, tenía confianza en su cuerpo, pero esa reacción fue un simple impulso.

Mehmet sonrió satisfecho cuando pudo ver de nuevo los pechos, a él le gustaban, no eran exagerados, pero eran adecuados para el cuerpo delgado de Anastasia, para él ella era hermosa.

Su cuerpo comenzó a sentirse caliente conforme las caricias de mehmet fueron aumento y su intimidad comenzaba a humedecerse, ella sabía que su cuerpo estaba preparándose para recibir a mehmet, sabía lo que seguía, pero ella quería ser diferente a las demás quería dejarle en claro a mehmet que ella puede ser diferente a todas.

De un momento a otro ella se encontraba encima de mehmet.

- ¿Anastasia? - le dijo confundido.

- Solo déjame hacer esto - le pidió, él asintio.

Ella estaba nerviosa, nunca había visto a un hombre desnudo, era la primera vez, pero podria decir con seguridad que mehmet era muy grande, estaba segura de hacer esto, pero su seguridad comenzo a titubiar cuando vio el tamaño de mehmet, respiro tratando de calmarse así misma.

- Nassia no tienes que hacer esto puedo.. - ella los interrumpió con un beso, él no se nego a ese beso.

- Lo haré - aseguró cuando se separó y mehmet le dió una pequeña sonrisa de lado.

Ella se acomodo y se apoyo sus manos en el pecho de mehmet para poder alinear su miembro y así puediera entrar en ella, comenzó a bajar lentamente, ella veía las expresiones de mehmet, el cerraba los ojos y contenía la respiración, sabía que esto era algo torturoso para él, eso quería lograr ella, pero también era por qué era su primera vez y sentía algo asustada.

- Anastasia por favor - le pidió, ella sonrió con orgullo al ver que podía provocar eso en mehmet.

Decidió bajar un poco más, pero algo la detuvo, mehmet también sintió eso y sabía que era, puso sus manos en las cadera de Anastasia y la sento de un solo golpe, eso hizo que ella diera un pequeño grito de dolor, pero le agradecía que alla hecho eso por qué el dolor fue uno solo, ella cerró los ojos por el dolor, pero si los hubiera mantenido abiertos hubiera visto la cara de satisfacción que tenía mehmet en esos momentos.

- Rejalate - le pidió mehmet con la poca cordura que le quedaba, ella obedecio y relajo su cuerpo.

Cuando el dolor paso comenzó a moverse como pudo, ella no era una experta en esto, lo hacía bien, pero mehmet necesitaba más así que volvió a cogerla de las caderas y le marco el ritmo que debería seguir, ella entendió eso y comenzó a moverse como le estaba indicando, le gustaba ver las expresiones de mehmet, pero estaba segura que ella también tenía las mismas expresiones, nunca pensó que esto se sentiría tan bien.

Paso un tiempo entre movimientos y besos, ella pudo sentir unas cosquillas en la parte baja de su vientre, era algo nuevo, pero creía saber que era, al sentir su cuerpo tensarse mehmet apresuró el movimiento, quería llegar junto a ella.

- Hagamoslo juntos - pidió y como si su cuerpo lo escuchara, obedicio esa orden y se vino junto a mehmet, podía sentir algo cálido dentro de ella, era una sensación muy satisfactoria.

Anastasia estaba cansada, mehmet lo sabía, él quería más, pero al ver la cara de cansancio de Anastasia no pudo exigirle más, no tenía problemas, después de todo tenía muchas noches para pasarla junto a ella, la acomodó en su pecho y la miro durante mucho tiempo, incluso cuando ya estaba dormida él siguió viéndola por un tiempo, su cabello castaño tapaba su rostro, él acomodó su cabello para poder ver su rostro, sus labios estaban levemente abiertos y su respiración era lenta, era una imagen hermosa para él, se acercó y dejo un beso en su frente, se quedó observándola por un tiempo, lo hizo hasta que el cansancio le ganó y cayó dormido.

Un Amor Entre ÉpocasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora