Capítulo 55

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Mehmet.

Estaba emocionado y asustado.

Kosem estaba dando a luz, estaba rogando que ese bebé fuera una niña idéntica a kosem, necesito una bebé así por alguna razón.

- ¿Por qué se demoran tanto? - me queje.

- Es normal hijo, traer una vida no es un trabajo tan fácil - dijo mi madre.

- Lo entiendo, per - me callé cuando escuché un fuerte llanto y sonreí sin poder evitarlo.

- Espera mehmet, tienen que alistarlo - Mihrimah me detuvo cuando vio que tenía intenciones de entrar a la habitación.

- O alistarla - respondí mientras trataba de calmar de emoción.

- No entiendo tu desesperación por tener una niña idéntica a kosem - se cruzó de brazos mientras fruncia el ceño.

- Yo tampoco lo entiendo, solo se que necesito ver a una niña de cabellos castaños, ojos verdes y esa hermosa sonrisa brillante.

- Alá, si no fueras mi hermano estaría asustada de ti, pareces estar un poco obsesionado con mi cuñada - sonrió.

- Quizás - murmure.

- Su Majestad - la doctora salió de la habitación - la sultana kosem ha dado a luz a una hermosa sultana - sonrió.

Sonreí sin poder evitarlo y entre a la habitación de inmediato.

- Mehmet espérame - Mihrimah gritó, pero no le preste atención y continúe con mi camino.

Kosem estaba despierta está vez y tenía una hermosa sonrisa en su rostro, me acerque a ella y le dejé un beso en la frente.

- ¿Te sientes bien?- pregunté preocupado.

- Estoy bien, ve a ver a nuestra hija - sonrio.

Asentí y dejé una última caricia en su mejilla antes de dirigirme a Melek, quien tenía a mi hija entre sus brazos.

- Mi sultán - sonrió mientras me daba a mi pequeña hija.

- Alá es hermosa - murmure

Estaba completamente hipnotizado por su hermoso rostro, ella abrió sus ojos e inmediatamente mi corazón comenzó a latir de emoción, eran los mismos ojos de kosem, esos ojos que tanto amo, me dió una pequeña sonrisa y puedo jurar que este momento jamás se me olvidara, nunca.

- Tu nombre es özlem, tu nombre es özlem, tu nombre es özlem - murmure en su oido - te he esperado por mucho tiempo - le sonreí y ella me devolvió esa sonrisa.

Entregué con mucho cuidado a özlem, me dirigí a kosem de nuevo, ella me esperaba con una hermosa sonrisa.

- Estás muy contento - murmuró.

- Por supuesto que sí - dije completamente emocionado - gracias kosem, gracias por estar conmigo y por darme una familia.

- Gracias por darme un nuevo hogar - sonrió.

- Kosem, hay unas personas a las que he traído para ti - dije algo nervioso.

- ¿Unas personas? - dijo confundida.

- Melek, puedes llevar a la sultana özlem con sus hermanos y dile a Mihrimah que ya pueden venir.

- Por supuesto su majestad - sonrió.

- ¿De que trata todo esto mehmet? Sabes que me gustan las sorpresas, pero también me ponen nerviosa.

- Te gustará, lo prometo o eso espero - murmure lo último.

- ¿Que es? - preguntó.

- Si te digo, ya no es una sorpresa - respondí divertido.

- ¿Alguna pista?

- Ninguna.

- Amargado - se quejó.

- ¿Que tiene que ver eso con que no quiera decirte nada? - pregunté.

- No se, pero quería decirlo - se encogió de hombros.

Sonreí por lo que dijo, pero no pude responder por qué Mihrimah entro a los apocentos con una sonrisa.

- Me alegra que estes bien - primero se dirigió a kosem quien le sonrió por lo que dijo - están afuera mehmet, les diré que entren y yo iré a ver a mis sobrinos - sonrió y salió de los apocentos.

- ¿Están afuera? - preguntó kosem confundida.

Su cara cambio a una de asombro cuando vio a tres personas cruzas la puerta, un hombre y dos mujeres, sus ojos se llenaron rápidamente de lágrimas, pero no hizo nada más que mirarme, se que quiere agradecerme, pero también se que está lo suficientemente conmocionada como para quedarse callada.

- Hija - el hombre murmuró y rápidamente se acercó a kosem para abrazarla.

No me interpuso ante eso y simplemente me hice a un lado para que kosem pudiera disfrutar de este momento, ambas mujeres parecieron reaccionar y también fueron junto con kosem, ellas se rompieron a llorar mientras se abrazaban y decían cuento se extrañaban.

En algún momento dejaron de abrazarse y kosem me estabas mirando fijamente, sonrió y abrió sus brazos, no lo pensé mucho y me dirigí a ella para darle un abrazo.

- Gracias - murmuró con voz totalmente agradecida.

Quería hacer esto hace mucho tiempo, pero tenía miedo de que cuando ella vea a su familia de nuevo se quiera ir y me deje aquí, pero gracias a mi madre y mi hermana entendí que kosem no haría eso, mentiría si digo que no tengo nada de temor, por su puesto que no, tengo miedo de que ella se vaya, pero en verdad quería darle esta sorpresa.

- No tienes nada que agradecer - dije mientras me separaba de ella para darle un beso en la frente.

- Anastasia ¿Podrías explicarnos qué pasa? - preguntó su madre - nos trajeron aquí diciendo que podrías verte, pero no entendemos nada.

- Kosem madre - sonrió - ahora me llamo kosem, todo está bien, no tienes de que preocuparte, estuve bien todo este tiempo, lamento no haberte mandado una carta.

- Eso ya no importa, lo que importa es que al fin tengo a mis dos hijas conmigo - sonrió - ahora podemos volver todos juntos a casa.

Esto no era bueno, quería intervenir, pero también quería saber que diría kosem, lo que sea que salga de su boca definirá toda mi vida por qué kosem es mi vida y si ella se va, no se que haría.

- Madre, no puedo irme - kosem sonrió - tengo que quedarme aquí, mi vida está aquí - me miró directamente - y no tengo intenciones de irme, espero que lo entiendan.

Ellos la miraron sorprendidos.

- ¿A qué te refieres? - preguntó su padre confundido.

- Tengo una familia papá - estiró su brazo hacia mi y yo la tomé - tengo un esposo y tengo cuatro hermosos hijos, soy feliz aquí.

- Entiendo - suspiro su padre.

- ¿Te quedarás aquí? - preguntó su hermana.

- Lo haré, pero pueden quedarse todo el tiempo que quieran ¿Verdad mehmet? - me preguntó y yo asenti de inmediato.

- Por supuesto, son bienvenidos - les sonreí aunque no me agrado que le ofrecieran a kosem irse de mi lado.

Ellos solo asintieron, la respuesta de kosem fue más que satisfactoria para mí, yo estoy seguro que kosem me ama, pero aún así no pude evitar dudar de la respuesta que daría, me alegra saber que ella me ama tanto como yo la amo a ella.

Un Amor Entre ÉpocasWhere stories live. Discover now