Capítulo 46

6.8K 605 54
                                    

Kosem

- Ya basta - grité molesta.

Mehmet dió un pequeño salto cuando me escucho gritar, ya no lo hacía hace tiempo, pero él estaba sobrepasando los límites de mi paciencia.

Bien, entendía que este asustado con que me pase algo de nuevo, pero esto no era nada normal aunque me gustó al principio, ya había llegado a mi límite.

Llevaba casi un mes pegado a mi como si fuera algún tipo de perro fiel que no se separa de su dueño e incluso cuando tiene trabajo prácticamente me obliga a estar con él en sus apocentos hasta que termine, no dije nada por qué entendía, pero ya sobrepasó todos los límites.

La ejecución de shahrazad había sido hecha, había sido exactamente lo mismo que con Hadan con la diferencia de que está vez todos se lo tomaron más enserio por el hecho de que shahrazad era una "sultana de nacimiento" y aún así fue ejecutada por atentar contra mi vida, esa fue razón suficiente para que nadie quiera si quiera mirarme mal.

- Pero Kose...

- No mehmet - lo interrumpí - entiendo que hayas estado así, pero ya ha pasado un mes, no podemos seguir así - le dije sería.

- ¿Quien dice que no?

- Yo - dije simplemente.

Mihrimah se había estado burlando de mehmet con constancia por como se había estado comportando y la sultana Hurrem también.

- Yo soy el sultán - trato de sonar serio, pero sus ojos aún tenían ese pequeño brillo de temor, lo tenía cada vez que yo me alejaba de él por más de tres minutos.

Me acerque a él lentamente y acaricie una de sus mejillas.

- Entiendo que estés asustado mehmet, yo también lo estaría, pero ya ha pasado un mes y la sultana shahrazad ya fue ejecutada no puedes estar pegado a mi todo el tiempo, cada vez que me alejo de ti aunque sea un centímetro comienzas a enloquecer y eso no está bien - trate de mantener la calma.

- Lo sé, pero no puedo evitarlo, siento que si me alejo de ti puede pasarte algo.

No estaba del todo equivocado, estaba segura que la sultana hatice aún planeaba algo y que posiblemente su plan sea atentar contra mi vida, pero ese era mi asunto.

- Estaré bien, ya te lo dije un montón de veces.

- Lo sé, pero aún as....

- Mehmet - volví a interrumpirlo.

No dije nada, simplemente tome su rostro en mis manos y le di un pequeño beso, lo hice por qué si hablaba posiblemente hubiera perdido la paciencia.

- Todo estará bien - murmure aún contra sus labios cuando nos separamos.

Él parecía perdido así que solo asintio lentamente.

- Está bien, pero aún estaré pendiente de ti - rodeo mi cintura con uno de sus brazos - te amo - dijo contra mis labios y me besó.

No sé cuántas veces lo había dicho desde que desperté, no me quejaba por qué siempre me recordaba lo mucho que me amaba.

- Ahora iré a ver a los niños - trate de alejarme de él, pero apretó mi cuerpo contra el de él - mehmet - advertí.

Él junto los labios y fue soltando mi cuerpo de a pocos.

- Muy bien - murmure cuando me había liberado por completo - ahora te quedarás aquí y vendré a verte en la noche ¿Esta bien? - él no respondió - mehmet, si no me esperas aquí, no dejaré que me veas - amenacé ya cansada de esta situación.

No sé confundan, amo a mehmet, pero todo tiene un límite, imagínate tener a alguien pegado todo el día a ti, suena lindo, pero una vez que lo tienes es demasiado cansado e incómodo hasta cierto punto.

- Está bien - murmuró con tono triste.

- Muy bien, entonces te veo en la noche - me acerque a él y le di un beso fugaz para no darle oportunidad de poder atraparme de nuevo en sus brazos.

Suspiré con alivio cuando por fin llegué a los apocentos de mis hijos.

- ¿Esta bien Sultana? - Melek preguntó cuando me vio y pareció confundida, creía saber por qué.

- Lo estoy - aseguré aliviada.

- ¿Su majestad? - preguntó lo que ya sabia que preguntaría.

- Logré que se despegará de mi aunque no estoy segura de cuánto durará - conté.

Ella dió una pequeña sonrisa divertida por la situación.

- Todas las mujeres del harem de su majestad desearían estar en su lugar - dijo aún con esa sonrisa.

- Que sigan deseando porque nunca se les cumplirá - sonreí - ¿Como están mis hermosos hijos? - pregunté acercando a ellos.

Antes de que pudiera responderme la sultana Hurrem junto a Mihrimah entraron a los apocentos, Mihrimah me miró sorprendida y ya sabía lo que diría.

- ¿Y tú fiel seguidor? - preguntó divertida.

- Logré que me dejara por unos horas - respondí sonriendo y la sultana Hurrem también sonrió con mi respuesta.

- Eso suena como algo imposible así que dime con que lo amenazaste - Mihrimah se cruzó de brazos y me miró atentamente.

- No lo amenacé - dije cruzando mis brazos.

Ambas me miraron con los ojos chiquitos, sabía que no me creían.

- Dinos - volvió a insistir.

- Bueno puede que le haya dicho que si no me dejaba por un rato, no me vería más - acepte.

Todas se rieron incluyendo a Melek, no me molestaba, era mi amiga, no tenía por qué prohibirle reírse incluso yo me hubiera reído.

Mis hijos miraban confundidos, ellos eran muy pequeños para entender esto asi que era normal la cara que tenían en estos momentos.

- Yo lo sabía - aseguró Mihrimah.

- No es para tanto - rodé los ojos y cargue a Azize.

- Claro, si tú lo dices - respondió Mihrimah y solto una pequeña risa.

- ¿Crees que si pueda cumplir con eso? - preguntó la sultana Hurrem.

- Bueno yo tengo pensado cumplir con lo que le dije así que espero que tenga la suficiente fuerza de voluntad como para hacerlo - dije con una sonrisa.

No mentía, si mehmet se aparecía frente a mi antes de que yo vaya a buscarlo, no dejaría que me viera, me encerraría en mis apocentos y no lo dejaría verme ni un solo cabello por qué él tenía que entender que aunque lo ame eso no quiere decir que estaremos pegados durante todo el día, ya había sido demasiado de eso, al principio me gustó tenerlo ahí para que me abrace, me diga cuánto me ama y pensé que no me cansaría de eso nunca, pero al parecer me equivoqué por qué literalmente acabo de amenazarlo con que si viene a mi antes de que yo vaya con él, no lo dejaría verme quizás sea un poco cruel por qué él solo quiere cuidarme, pero no puedo evitarlo, si le hubiera hablado de forma calmada mehmet jamás se hubiera alejado de mi.



Un Amor Entre ÉpocasWhere stories live. Discover now