Capítulo 18

10.5K 907 206
                                    

Mehmet

Ayer estuve pensando durante todo el día y llegué a una conclusión.

Mi madre no mandaría a Anastasia de regreso con su familia.

Habia dos razones para esto: la primera era que mi madre adoraba a Anastasia, la extrañaría si ella se fuera y la segunda era que ella necesitaba de Anastasia para que me olvidara de Nurbahar, sabía que esa era la intención de mi madre, pero no me molestaba por qué Anastasia se había metido en mi corazón desde el momento en el que choque con ella así que aunque mi madre no hubiera mandado a Anastasia a mis apocentos, yo lo habría hecho.

Sabía que mi madre no me diría nada, incluso si le ruego por eso mi segunda opción era Mihrimah, estaba llendo a sus apocentos, rogando por qué ella se compadeciera de mi y me dijera donde está Anastasia, la extrañaba demasiado.

- Mihrimah - la saludé cuando entre a sus apocentos, ella me sonrió.

- Hermano, Bienvenido - dijo con esa sonrisa en su rostro, la sonrisa que utilizaba cuando sabía que estaba sufriendo o estaba desesperado.

- Se que mi madre no envío a Anastasia a su antiguo hogar - ella no borró su sonrisa, eso me hizo saber que ellas ya sabían que yo llegaría a esa conclusión - así que por favor dime dónde está - le pedí.

- ¿Sabes hermano? He olvidado la última vez en la que me pediste por favor - dijo divertida.

- Mihrimah por favor dime dónde está, necesito verla - le pedí de nuevo ignorando su burla, ella suspiró.

- No puedo hacer eso hermano y lo sabes - respondió con simpleza.

- Haré lo que quieras, solo dime dónde está, no le diré a mi madre que me lo dijiste - trate de convencerla.

- Eso suena muy bien, pero el problema es que yo también creo que te mereces esto mehmet - ahora estaba sería, era increíble como podía cambiar sus expresiones tan rápido.

- Se que me equivoqué, pero ya tuve suficiente castigo creeme

- Aún no hermano, pero me voy a apiadar un poco de ti - la mire esperando a escuchar lo que iba a decir - ella volverá - sentí alivio cuando dijo eso, pero aún seguia preocupado, no sabía por cuánto tiempo estaría lejos de ella - pero dentro de una semana - termino de decir.

- ¿Una semana? ¿Me quieren matar? Mihrimah por favor no puedo estar una semana sin Anastasia, va un día y ayer casi muero - le dije desesperado.

- No seas exagerado, está es una pequeña lección para ti.

- No me gustan este tipo de lecciones - dije molesto y salí de sus apocentos.

No volvería a hacer enojar a Anastasia, de eso estaba seguro.

(...)

Bien, habían pasado 3 días y de verdad me sentía morir, extrañaba demasiado a Anastasia, necesitaba ver su sonrisa y abrazarla, necesitaba sentirla cerca de mi.

(...)

Esto era increíble, habían pasado 5 días y yo estaba enfermo, tenía gripe, le dije a mi madre que esto era por qué Anastasia no estaba conmigo, ella solo se burló de mí y dijo que eso era una tontería de mi parte, que era un exagerado.

(...)

Hoy, hoy regresaria Anastasia, mi corazón latía con fuerza al saber que la volvería a verla, por fin, después de 7 días podré verla de nuevo.

- Deja de caminar que me desesperas - Mihrimah me regaño.

- Esto es tu culpa, si me hubieras dicho donde estaba Anastasia, yo estaría completamente tranquilo - la acusé.

- Te lo merecías - dijo sonriendo.

- Casi muero Mihrimah

- No exageres, solo fue una gripe - bufo.

- ¿Cuando llegará? - le pregunté.

- Ya debe estar por llegar, respira y quédate quieto.

Estabamos fuera de el palacio esperando el carruaje de Anastasia, estaba emocionado.

- Hay viene - dijo mi madre.

Un carruaje se acercaba, estaba desesperado, quería que ya llegará y que Anastasia bajara de ese carruaje para poder abrazarla.

Cuando el carruaje se paró en frente de nosotros, ni si quiera deje que Anastasia terminara de bajar por qué la abracé y di vueltas con ella.

- Te extrañe mucho - susurré cuando dejo de dar vueltas, ella sonrió - no vuelvas a hacer eso, preferiría que me golpees o me tires cosas, lo que tú quieras, menos irte, de verdad lo siento, no hice nada con Nurbahar, lo juro, solo conversamos - escondí mi rostro en su cuello, ella acaricio mi cabello.

- Está bien, lo hablaremos luego, ahora déjame ir con tu madre y tu hermana - asenti y la solté, aunque realmente no quería hacerlo - Gracias por ayudarme con esto Sultanas - agradeció con una reverencia.

- No agradezcas, me gusto ver a mehmet rogando por qué le diga donde estabas - se burló Mihrimah.

- Aunque sea mi hijo, él necesitaba una lección - dijo mi madre.

Anastasia y yo fuimos a mis apocentos luego de que nos despedieramos de mi madre y mi hermana.

- Lo siento - me volví a disculpar cuando llegamos a mis apocentos - de verdad no hice nada con Nurbahar, solo estuvo aquí conversando y en la mañana se quedó por qué ella quiso desayunar, esta embarazada así que no pide negarselo - le expliqué.

- Está bien - respondio simplemente, me acerque a ella y la besé.

- No lo volvere a hacer, solo me deje llevar por un impulso.

- ¿Un impulso? - preguntó confundida.

- Te vi reír con Selim - desvíe la mirada cuando dije eso.

- Solo estaba conversando y las Sultanas estaban con nosotros, no paso nada - me explicó

- Lo se, fue una tontería, pero no lo volveré a hacer, lo prometo - le dije, ella asintio y me dió un beso corto.

No había dejado que Anastasia saliera de mi habitación durante dos días seguidos y si la deje salir fue por qué tenía muchas cosas que revisar, pero cuando terminara volvería a llamarla, necesitaba recuperar el tiempo que estuve lejos de ella, nadie podía juzgarme, la extrañe demasiado y ahora la tenía conmigo así que lo aprovecharía y ya no lo hecharia a perder.

Un Amor Entre ÉpocasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora