Capítulo 40: Un mundo de realidades.

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Maratón 1/3.

Maratón 1/3

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23 años atrás.


Min Hangkyu suspiró cuando de nuevo Hyorin se escabulló de su presencia, ya habían pasado varios años y todavía la leona se rehusaba a darle un saludo digno, pero con una sonrisa positiva se dijo a si mismo que tendría que cambiar, a pasos pequeños podría lograr acercarse a su esposa. Los matrimonios por conveniencia y contrato eran bastantes comunes en las familias adineradas, pero Hangkyu realmente esperaba en su soñadora imaginación, que algo bonito pudiera florecer pronto.

Miró sin poder decidirse los dos vestidos sobre la cama. Le había pedido ayuda a Hyojin, su cuñada; para poder encontrar algo que fuera del gusto de su esposa, y ahora una vez más, se encontraba pensativo sobre cual de las dos bellas prendas sería un excelente regalo. Suspiró mientras sacaba su teléfono, no faltaba mucho para que la hora de la cena llegara, Jisub los había invitado a la hacienda que tenía en Jeju, con la creencia de que una playa romántica y algo de calor podría derretir la barrera de hielo que Hyorin había construido.

Decidió que podría dejar lo de hyorin para después y se encaminó a buscar a Jisub. Esa mañana lo había notado más irritado de lo normal, si de por si era bastante frustrante tener que lidiar con los malos días de su mejor amigo, ahora era excepcionalmente asfixiante.

Abrió ambas puertas de la oficina del shifter felino con una extensa sonrisa mientras exclama.

—¡Subsub!, ¡Salgamos en un bote a pescar!

Jisub levantó la mirada, parecía que antes de interrumpirlo se encontraba con la cabeza gacha, arqueó una ceja y rodó sus ojos al reconocer su existencia.

—Estoy ocupado, Min. No es el momento.

—¡Siempre estás ocupado! Además... hoy en la mañana note que- oh... —Hangkyu se quedó petrificado al ver que Jisub no estaba solo, había una bella mujer sentada en uno de los sillones de cuero rojo, mismo color que su labial.

La presente omega, a quien identificó por la nube de tediosas y fuertes feromonas que se desprendieron, se levantó con una sonrisa incomoda.

—Yo... ya me iba —La mujer tomó varios sobres de la mesa y los metió con prisa a su bolso antes de salir, el dragón frunció el ceño, ¿dinero?, ¿acaso Jisub le había dado dinero?

Hangkyu hizo una leve inclinación cuando la mujer salió, sin poder entender el pinchazo de dolor que sintió en su pecho. No fue hasta que se dio cuenta de una nueva presencia que el dragón alfa supo que algo había pasado.

—Kyu... —Jisub suspiró, se levantó de su asiento y masajeó sus cienes con cansancio. A pesar de que Hangkyu quiso acercarse y ver si su amigo estaba bien, no pudo. Su dragón, su cambia formas dragón se estaba volviendo molesto, frustrado y confundido, había un niño, no sabía la edad, muy alto pero muy delgado, pequeño, pero no un bebé. Sentado con la mirada en el suelo y las rodillas juntas y temblorosas.

Business World [YoonMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora