Capítulo 48: Un mundo de piezas de rompecabezas.

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Algo dentro de Yoongi parecía querer explotar, muy probablemente su dragón enfurecido por la idea de que Wonho estuviera intentando llegar a Jimin. Sus instintos protectores flaqueaban entre una delgada línea de darle aviso al rubio omega o protegerlo él mismo desde las sombras, y es que fuera de su acción territorial, tal vez la sola idea de que Jimin volviera a hacer contacto con su ex marido le sentaba en el estomago en un manojo de celos.

Por otra parte, su humor cambió a uno más tranquilo cuando llegó el mensaje de Namjoon indicado que todo su plan interior había salido a la perfección.

Guardando su teléfono, se dispuso a caminar con sus hombres detrás—¿Dónde estás? —murmuró Yoongi al echar un vistazo a la tienda donde Jimin dijo que estaría, las empleadas rápidamente se apilaron en la entrada haciendo una profunda reverencia y tal vez sonriéndole mucho más amables de lo normal.

—Señor Min, es un placer tenerlo en nuestra tienda, permítame que sea quien lo atienda el día de hoy.

La mujer que se acercó a él tan rápido como lo visualizó había hablado con una dulzura que hizo que el alfa levantara una ceja. Ella definitivamente lo había reconocido, era de esperarse tomando en cuenta que Yoongi pertenecía a una generación de Chaebols bastante famosa. Rápidamente bufó desinteresado, mirando alrededor.

—Gracias.

—Hoy tenemos la última colección del mes, es edición limitada, por lo que solamente tenemos un ejemplar —La omega departamental señaló su reloj, Yoongi miró su muñeca, pensativo, le gustaba mucho su reloj actual, pero tal vez debería cambiarlo por uno nuevo.

—Está bien, muéstramelo.

Las empleadas detrás de la que parecía ser la gerente, se movieron de forma rápida para acatar la orden. Mientras que la mujer aún frente a Yoongi, movió un mechón de su cabello detrás de su oreja y sonrió.

—¿Me permite medir su muñeca? —Estiró su mano con total intención de tomar la mano del alfa.

Yoongi se quedó observándola con un disgusto discreto, no le gustaba que lo tocaran—Que sea rápido.

Pero ella no pudo tocarlo, una mano en su propia muñeca la detuvo y miró sorprendida al par de ojos de azules que parecían perforarle el alma.

Jimin soltó el agarre y sonrió educado—Mis disculpas, no fue mi intención tocarte sin tu permiso —caminó en medio de ambos, provocando que la mujer casi tropezara hacia atrás con el abrupto cambio de equilibrio—, pero estoy profundamente confundido al escuchar que necesitabas medir la muñeca de mi alfa cuando el ejemplar es sólo uno, no hay forma de que él elija su talle si no hay de donde elegir, ¿verdad? además los relojes se ajustan.

La departamental titubeó una disculpa antes de inclinarse en una reverencia profunda y dar media vuelta para irse.

—Esa fue la amenaza más discreta, limpia y educada que he visto —murmuró Soobin detrás de Jimin, mientras mordía una barra de chocolate.

Yoongi llevó ambas manos a su rostro y suspiró enamorado—Hazlo otra vez, Omega, hazlo otra vez.

Jimin rodó los ojos—No he hecho nada —empujando al alfa de forma leve—, y toma estas cosas, son pesadas —levantó las bolsas de charol que cargaba en una mano.

—¿Qué hay de Soobin? —Preguntó Yoongi pasando las bolsas a los hermanos Choi.

El omega lo miró con fingida indignación—¡Es un bebé! —murmuró prendiéndose al brazo de Soobin, el chico le sacaba una cabeza de altura y de igual forma, Jimin se estiró para picotear una de sus mejillas con su dedo—Necesita ser mimado.

Business World [YoonMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora