Capítulo 49: Un mundo de bebidas azucaradas.

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Cuando Jimin y Taehyung cruzaron miradas, se entendieron completamente, si Jimin levantaba su mano con toda la intención de abofetear a Taehyung por su descuido, el shifter pantera no se quejaría ni se movería un centímetro de su lugar.

Pero más que un castigo físico, Jimin retiró su mirada del otro, y Taehyung prefirió tener la pequeña mano marcada del omega en su mejilla.

—¿Podría alguien conseguirme una bebida fría? Algo dulce sería excelente —Hablando al aire, Jimin se sentó en pequeño sofá de uno.

Uno de los sirvientes se movió rápido, pero Taehyung suspiró y también salió de la habitación sabiendo de antemano que esa orden iba para él.

Yoongi sonrió deslumbrante—A veces el sol no brilla para todos, que pena, que le vamos a hacer.

—No te rías, si para ti está lloviendo también —dijo Jimin.

—Omega, me rompes el corazón, creo que me he disculpado más veces en este momento que en lo que alguna vez lo hice en mi vida, ¡no recuerdo haberlo hecho antes de conocerte!

—¿Y eso te hace sentir orgulloso? —Jimin fue burlesco.

—Así es, ¿no es romántico que te lleves todas mis primeras veces? —admitió Yoongi guiñándole un ojo.

Jimin no logró responderle cuando las puertas del despacho se volvieron a abrir—¡Hyung! —Jungkook interrumpió dentro, se abalanzó sobre el omega en un fuerte abrazo antes de intentar subirse a sus piernas.

—¿Qué demonios haces? ¡Eres el doble de su tamaño! —espetó Yoongi intentando quitarlo del omega con rapidez—¿no sabes en la situación en la que se encuentra tu hermano?

—¿No puedo abrazar a mi hermano después del traumático evento del que acabo de pasar?, hyung, soy un pobre niño que casi fue secuestrado por su propia familia, piensa en el impacto psicológico que tendrá eso en mi desarrollo.

—Fueron sólo sedantes —gruñó Yoongi con una mano en su hombro, una sonrisa tenebrosa mientras sus ojos se ponían rojos.

—Y yo estoy pequeño, ¿Qué no lo ves? —Jungkook regresó el gruñido, enseñando sus colmillos en una sonrisa ladina, y la negrura cubriendo sus iris azules.

Jimin suspiró con profundidad, masajeándose las cienes.

—Basta los dos —miró a Jungkook, empujándolo suavemente de su regazo—, ¿Cómo te sientes?, Yoongi me contó en el camino, ¿te dolió cachorro?, ¿Cómo estas ahora?

Jungkook terminó por sentarse en el suelo, su barbilla sobre una de las rodillas de Jimin, mirando a su hermano hacia arriba—Me siento mejor, el abuelo dice que tengo que descansar todavía más porque es casi imposible que después de tanto sedante, este todavía de pie, bueno, el medico que me reviso también lo dijo.

—El medico que te revisó no es consciente de tu parte escorpión y como tu veneno te hace inmune a muchas sustancias —dijo Jimin, movió su mano—, de pie, tenemos que hablar sobre algo importante.

Yoongi quien terminó por echarse en su silla detrás del escritorio, comenzó a girar interrumpiendo a su omega—¿por qué no dejas descansar al bebé?

—Soy un bebé cuando te conviene —Jungkook entrecerró sus ojos.

—Silencio, ambos, déjenme hablar —Jimin rodó sus ojos—, las cosas van a ser claras a partir de ahora Jungkook, no más pretensiones, no más formalidades, sabes que fue lo que hizo nuestro hermano, ¿verdad?

Business World [YoonMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora