Prólogo.

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20 de marzo 2008

¡Odio a Amelia Ledesma, la odio!

Toda esa criatura me irrita, su forma de ser arrogante, la forma en que camina como si fuera la dueña del mundo y especialmente el hecho de que ella siempre encuentra una manera de interrumpir mi vida. Dondequiera que fuera, ella estaba allí. A veces parecía que me perseguía.

En serio, ¿no tiene otra cosa que hacer más que atormentar mi vida?

- Luisi, deja de apretar el pobre sandwich, el no tiene la culpa de que estés estresada.

Oí a alguien decir, al principio no supe distinguir quién era, pero pronto descubrí que era María. Aparte mi atención de la mesa de los "populares", donde estaba sentada aquella estúpida y miré a mi hermana, ella miro mis manos y volvió a mirar mi cara, sólo entonces me di cuenta de que había apretado el sandwich y ahora todo estaba manchado. ¡Qué asco!

- ¿Otra vez estrangulando la comida, Luisita? - Marina pregunto riendo al juntarse conmigo y María en la mesa donde estábamos.

Sólo rodé los ojos e hice una mueca de disgusto al sentir mis dedos pegajosos. ¡Genial! Además de quedarme sin almuerzo ahora tengo las manos sucias ¿Y de quien es la culpa? De la tonta esa.

- Amelia la encerró en el teatro de nuevo - María dijo, o más bien, cotilleo a Marina, que se rió escandalosamente al enterarse, siendo acompañada por mí hermana.

¿Quién necesita enemigos teniendo a Marina como mejor amiga y esa traidora como hermana?

- ¿Cuántas veces lo hizo está semana? - escuche a las dos burlándose de mí mientas trataba de limpiar mis manos. Bien, ahora estaré oliendo a comida el resto del día.

- ¿Fueron siete?

- En realidad ocho - dije y las dos se echaron a reír, resople y tome otra servilleta para limpiarme las manos.

Las dos idiotas estaban burlándose de mí hasta que el equipo de baloncesto entró a la cafetería, cambiaron rápidamente el foco de la conversación y empezaron a hablar de los jugadores.

- Oh, Ian... Él parece ponerse mejor cada día.

Y allí estaba ella, Marina, la idiota enamorada de Ian Ledesma desde sexto grado. Sí, él es el hermano mayor de la idiota de Amelia, la imbécil vulgar de Amelia. Pero a diferencia de ella, él es un buen tipo, muy amable y le encanta ayudar a los demás. Por no hablar de que es super inteligente. Era difícil creer que ese par eran hermanos pero era suficiente con mirar a los dos juntos para ver que eran la misma cara, como suelen decir. Especialmente los ojos, ese color raro que es dificil de destinguir.

De todos modos, regresando al enamoramiento de Marina, ella está enamorada de Ian desde el sexto grado, él se la vive mirándola y sonriéndole, que casi mata el corazón de mi mejor amiga. Me pregunto por qué diablos nunca va a hablar con él. La estupidez de sufrir por un amor no correspondido.

María es diferente, mi hermana mayor es la novia del anotador del equipo, Ignacio Solano. Ella dice que es el amor de su vida, los dos son dulces cuando están juntos. Cuando va a casa me siento morir de dulzura sobre todo cuando están acurrucados en el sofá. Es tan embarazoso.

- ¡Oh Dios mío! ¡Oh Dios mío! Ian viene para acá - Marina comenzó a exaltarse, la mire y note su rostro completamente rojo.

¿Está teniendo algún tipo de ataque al corazón? Me pregunte al verla agonizar de esa manera. ¿Por qué la gente a menudo actúan como idiotas cuando les gusta alguien?

Rodé los ojos y deje que María calmara a Marina, sólo ella tenía la paciencia para eso. Apoye los codos en la mesa y descanse mi barbilla en mis manos. No sólo Ian venia a nuestra mesa, Ignacio también. ¡Genial! Me encanta ser la vela.

Stupid WifeWhere stories live. Discover now