Capítulo 15. Tentación.

5.9K 318 321
                                    

- Por favor, no te vayas - suplicó, agarrando con fuerza la solapa de la chaqueta negra que Amelia llevaba, ella suspiró y me acarició la cara con sus pulgares.

- ¿Por qué me quedaría?

- Por mí - Amelia se congeló al escucharme - Quédate conmigo.

Despierto asustada, mi corazón late rápido en mi pecho, estoy sin aliento y siento mi cuerpo pesado. Hace tres noches que me despierto de esta manera, el mismo sueño, la misma sensación extraña. No sé identificar si es un recuerdo o simplemente un sueño extraño.

Pero todas las veces pasa lo mismo, estoy llorando aferrándome a la chaqueta de Amelia, implorando que no se vaya, no sé a dónde, y ella siempre dice lo mismo y le pido que se quede conmigo.

Recupero el aliento y poco a poco los latidos de mi corazón se normalizan, suspiro y me siento en la cama. Todo está tranquilo, demasiado tranquilo. Las gruesas cortinas impiden que sepa si aun es de noche o ya amaneció, pero miro a un lado viendo que ya amaneció. El reloj marca las 10:00 am.

- Qué gran manera de iniciar el día - comento y suelto una risa irónica.

Nunca me han gustado las pesadillas o esos tipos de sueños extraños, siempre las odie la verdad. Y está en especial está comenzando a asustarme.

No creo que Amelia esté planeando dejarme, y sinceramente espero que no sea así. Pero... las cosas están extrañas. Estoy preocupada y asustada. Muy asustada.

Y simplemente no puedo explicar el por qué.

Me levanto de la cama, me estiro, bostezando un par de veces. Me rasco la cabeza y voy al baño. Sólo una ducha fría es capaz de despertarme completamente.

Después del baño, voy al armario y tomo un pantalón de chándal oscuro, una camisa de mangas largas y un nuevo par de calcetines. Salgo del armario y abro las cortinas del cuarto, la luz entra a la habitación y cierro mis ojos, andan sensibles.

- Tengo que hablar con Amelia para que me muestre la ciudad, no aguanto estar sin hacer nada en esta casa sola - suspiro de frustración y doy la espalda a la ventana.

Miro a mi alrededor, como si la habitación me diera algún tipo de idea de qué hacer. Pero... nada.

Pienso en jugar videojuegos, pero no tengo idea de cómo manejar aquel enorme aparato en la sala. Por no mencionar que la tecnología parece mil veces más avanzada, no estoy familiarizada con él todavía. Es un asco, lo sé.

//

Todavía estoy en la habitación, desparramada en la cama en realidad, rodeada de bolsas de patatas fritas mientras veo mis vídeos con Amelia y Louis. Por el momento estoy viendo el cumpleaños de tres años de mi hijo. Las felicitaciones han pasado, ahora alguien estaba filmando a Amelia que esta conmigo y con el pequeño.

Louis está sentado en mi regazo, Amelia arrodillada frente a mí haciendo muecas y haciéndole cosquillas al pequeño que ríe con ganas.

Es imposible no ver lo felices que estábamos. Amelia se ve tan extrovertida en el vídeo, a diferencia de la Amelia distraída de ahora. Me gustaría verla más suelta, bromista, cariñosa.

Amelia es muy cariñosa, me he dado cuenta de ello.

- Vamos hijo, manda un beso para la tía Marisol - Amelia le pide al pequeño, que busca a la persona que está grabando y sacude sus bracitos.

Amelia le dice algo al oído y en cuestión de segundos el pequeño pone su manita sobre su boca y lanza un beso estallado a la cámara. Sonrío y lo balanceo, celebrando. Louis ríe y Amelia hace una señal positiva con sus pulgares para él.

Stupid WifeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora