- Dime que esto es una broma Marina, por favor - imploro sintiendo mis hombros pesados, como si tuviera el mundo en ellos.
Marina suspira y sacude la cabeza, cierro los ojos y pongo mis manos en la cara.
- Sabíamos que no lo recordarías... - oigo a María comentar, pero estoy muy ocupada con mi preocupación. ¿Dónde está Amelia? - Entonces, Marina y yo decimos venir.
- Creímos que Amelia estaría aquí - dijo Marina.
- No - froto las manos en mi rostro y suspiro - Ella se ha ido hace un par de minutos.
- Hey Luisita, no estés así - Marina me tira a sus brazos y agarro automáticamente su cintura, por lo que mi cabeza está en sus pechos - No es tu culpa que no recuerdes la fecha de hoy, Amelia lo sabe.
- Lo sé, es sólo que... - se me forma un nudo en la garganta - Deberías haber visto cómo estaba, nunca vi a Amelia tan triste como ahora. Ella se fue de aquí llorando y desde ayer está así. Yo no sé, yo...
- Ay, hermana - María me abraza junto a Marina, de nuevo estoy llorando debido a Amelia.
No puedo explicarlo, ya no es el odio que sentía antes, diría que tengo algún tipo de afecto por ella, y verla triste por mí me hace muy mal. No sé qué más hacer, trato de hacer las cosas de manera correcta, pero de una manera u otra todo acaba saliendo mal.
¿Por qué todo tiene que ser tan complicado?
Marina acaricia mi pelo mientras María dice frases para tranquilizarme, es importante contar con mi mejor amiga y mi hermana a mi lado, creo que no podría soportar todo esto sin las dos.
Minutos después logré calmarme, ambas me enviaron a tomarme un baño mientras prepararían algo de comer. Sólo obedecí y me desvestí para entrar al cuarto de baño, cuando entre bajo el agua casi caigo al suelo, sentía mi cuerpo más ligero.
- ¿Luisi?
- ¡En el armario! - grito y luego María entra al armario, sonrió para ella que me sonríe de vuelta, esa sonrisa disimulada de pregunta.
Conozco a mi hermana, sé que quiere preguntarme si estoy mejor, pero sé que no lo hará sin mi permiso.
- Ven a comer, los sándwiches están listos - avisa y termino de vestirme, mantengo el cabello en una cola de caballo con una cinta, sonrió a mi propio reflejo.
Estoy usando una camiseta del Atlético de Madrid, uno de los que más utilizan Amelia, tiene su esencia en él y es muy bueno. ¡Como me gustan las camisetas!
- Hm, sé de quién es esa camiseta.
Volteo hacia María sonriendo torpemente y ella entrecierra los ojos.
- Es mia - digo rápidamente.
- No, tú no tienes - levanto las cejas con sorpresa - Pero es casi tuya de todos modos.
- ¿Por qué?
- Siempre has tenido la manía de usar la ropa de Amelia, especialmente las camisetas del Atlético de Madrid y bueno, ni hablar de sus sweaters.
- Ella tiene buen gusto con la ropa - me encojo de hombros, un intento fallido de justificarme - No me mires así, ¿hice mal en tomar su camiseta sin su permiso?
- Obvio no, estoy segura de que Amelia estará feliz de verte vestida con su ropa - María cruza sus brazos debajo de sus pechos y me mira de pies a cabeza y luego fija su mirada en mi cara - ¿Estoy mal o estás intentando en mejorar las cosas?
Deje salir un largo suspiro, muerdo la esquina izquierda de mi labio.
- Estoy tratando - admito y ella sonríe grande - ¿Lo estoy haciendo bien?
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Stupid Wife
Fanfiction¿Te has imaginado casada con alguien que nunca soportaste en la vida? Luisita también lo había imaginado, sino todo lo contrario. Se suponía que iba a ser solo una mañana normal, Luisita despertaría, tomaría el café con su familia, e iría a la escue...