Capitulo 19. Clases de conducir.

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Domingo – 30 de Noviembre 2022

Estoy sentada en la casa en el porche lateral que tiene ese enorme sitio. Con una taza de chocolate caliente en mis manos mientras observo a Amelia y Louis jugar con Duke, ellos insistieron en traer al gran perro aquí. No me uní a ellos porque estoy cansada y porque también mentalmente hablando, después de lo que vi en la casa del árbol, no me siento totalmente sobria.

- ¡Cuidado, Lou! - Amelia le grita al pequeño, que está corriendo tan rápido como puede mientras que Duke corre tras él, creo que él quiere la pelota en la mano de Louis.

Observando aquel momento es imposible no sonreír, es decir, es mi familia. Y tal vez no tiene mucho sentido, pero esa es la imagen de mi presente y futuro. Me gusta eso, creo que no podría pedir mejores personas en mi vida.

Es mi familia, ¿entienden eso? Mía.

Crecí escuchando a las personas decir que existe el amor a primera vista, mis padres siempre dijeron que existe pasión a primera vista, el amor surge con el tiempo y la convivencia. Cuando conocí a Amelia descubrí un nuevo sentimiento a primera vista, antipatía. Y el odio llego con el tiempo y la convivencia. Lo recuerdo bien, como si fuera ayer que nos conocimos.

Llegué tarde a la primera clase, estaba caminando por los pasillos de forma apresurada. Llevaba dos malditos trabajos en la mano, uno de historia y el otro de química y física. Estaba sorprendida de que logre hacer el de química y física ya que siempre fui pésima en esa materia.

Recuerdo que estaba cruzando el último pasillo y entonces choque con alguien. ¿Le han pasado que pegas con alguien de frente con tanta fuerza que te vas hacia atrás? Pues me sucedió, los trabajos volaron de mi mano. Gruñí de dolor, cuando abrí los ojos y vi que todos, pero todos sin excepciones, estaban completamente mojados por uno liquido azul.

Me levante desesperada y mientras trataba de recogerlos oí aquella voz irritante. "Calma rubita, calma." También recuerdo que comencé a gritarle a Amelia, pero empeoró cuando ella trato de "arreglar" las cosas ofreciéndome un beso. Mi primera reacción era escupir en su cara, estaba hirviendo de la rabia y la criatura estaba tratando de besarme.

Desde ese día ella me perseguía, los primeros días trato de disculparse, pero con el tiempo las disculpas evolucionaron a tormentos, trampas. Odiaba a Amelia Ledesma más que a cualquier cosa en la tierra. Pero ahora pienso.. ¿Todo ese odio? ¿Aquella ansia? ¿La antipatía? Se está convirtiendo en afecto, admiración y... Otra cosa.

Todavía no quiero nombrarlo, tengo miedo de precipitarme y terminar mal.

Pero una cosa es cierta, me gusta Amelia, y cada día me gusta más. Sin contar que ella me hace sentir segura, ninguna persona en el mundo, además de mis padres me da la seguridad que ella me trasmite. Ella es especial, tenemos una conexión fuerte.

- ¡Alicia! - Amelia me saca de mis pensamientos, parpadeo un par de veces para enfocar mi visión y me encuentro con sus ojos fijos en mi cara. Ella sonríe, sus manos están en mis rodillas - ¿Volviste del país de las maravillas?

- Estaba recordando algunas cosas - sonrío con torpeza, ella acaricia mis rodillas con sus pulgares y luego sella nuestros labios.

Suelto el aire por la nariz al sentir el toque suave de su boca en la mía, podía sentir mis labios hormiguear. Tomo su rostro con una mano, la otra toma los rizos de su nuca, tirando de ellos ligeramente para luego acariciar su cuero cabelludo con las puntas de los dedos.

- ¿Quieres hablar sobre esos recuerdos? - pregunta al romper nuestro beso, demoro un poco en reaccionar porque todavía estoy medio perdida por el beso.

Stupid WifeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora