👻 Capítulo 11. 👻

432 69 23
                                    

Cuando el aura de un fantasma es:

Rojo: Se han Suicidado.

Amarilla: Fueron Asesinados.

Celeste: Tienen un Pendiente.

Cuando quien puede ver fantasmas está muy cansado, ellos pueden usurpar su cuerpo.

Cuando, la persona que puede ver fantasmas quiere, puede tocarlos.

_________________________________

Quizás, solo quizás, te estabas volviendo loco.

Estabas con una cerveza en mano, sentado en la cama de plaza y media de tu monoambiente, tu espalda contra la pared.

Era pequeño, pero suficiente para ti.

Tu mala suerte había vuelto, cuando ibas caminando una paloma defeco en tu hombro, un idiota en moto casi te atropella y al entrar al supermercado a comprar tu cerveza preferida, no había más de la misma.

Eso solo significaba una cosa, y es que Hannie estaba contigo... de nuevo.

No puedes evitar repetir el día en tu mente como si fuera un disco rayado, no puedes quitar de tu cabeza el recuerdo del pelinegro en tus brazos y de cómo...

Te despeinaste y tiraste el cabello con frustración.

No eras un maricon. No, no lo eras.

Te gustaban las chicas pequeñas, delgadas, con la piel blanca y suave, te gustaban los pechos, te gustaban los muslos suaves, te gustaban las vaginas.

Era imposible que te gustara un hombre. No, más que imposible.

Era antinatural que te gustara un hombre.

Negaste con la cabeza, sintiendo náuseas al momento que volviste a recordar sus labios y como te los imaginabas allí abajo, en tu entrepierna.

- Mierda... - gruñiste, golpeando la pared detrás de tu cama, y por el golpe sentiste como un escalofrío recorrió todo tu brazo, haciendo que apretaras tu mandíbula por el dolor.

No te gustaban los hombres.

Solo había sido una respuesta fisiológica normal. Hyunjin era lindo, terroríficamente lindo, y tenía una boca que...

Refregaste tu cara con tu mano derecha.

No podías racionalizar lo que pasó. No importaba cuanto lo intentaras, no había una respuesta lógica para explicar lo que te pasaba.

Escuchas tres suaves golpes provenientes de la puerta principal, y te pones de pie, caminando los pocos pasos hasta abrirla y ver que del otro lado estaba Na Kaein, tu novia.

- Hola cariño - dijo la pelinegra de cabellos largos hasta la cintura, delgada, de piel blanca, un rostro bonito, aunque bastante común si te preguntaran.

Pero lo que te gustaba de ella, lo que te había enamorado aparte de su agradable personalidad, era su sonrisa; cuando aquella chica sonreía su cara pasaba de tener una promedio a tener una bonita. La chica tenía una bella sonrisa angelical, que mostraba los dientes y contagiaba.

Una sonrisa que la hacía ver hermosa.

Tu novia te dio un beso pequeño en los labios y paso, pero no se había sentido igual. Su beso no dejo hormigueando tus labios, y quizás notaste que nunca antes te había pasado. No recordabas nunca haber besado a alguna de tus novias y sentir esa sensación.

Quizás, solo Quizás - HyunHoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora