Quizás, solo Quizás - HyunHo

👻 Capítulo 28. 👻

• Cuando el aura de un fantasma es:

Rojo: Se han Suicidado.

Amarilla: Fueron Asesinados.

Celeste: Tienen un Pendiente.

• Cuando quien puede ver fantasmas está muy cansado, ellos pueden usurpar su cuerpo.

• Cuando, la persona que puede ver fantasmas quiere, puede tocarlos.

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Quizás, solo quizás estabas en un proceso de involución de la especie humana.

Últimamente no pensar se estaba volviendo algo característico de tu persona, y eso no te gustaba.

Pero aquí estabas, pegando tu cuerpo al ajeno, presionándolo contra la puerta sin ser consciente realmente de en qué momento el pelinegro se había movido al punto de quedar ustedes allí.

Solo sabes que desde hacía un largo tiempo que Hyunjin había cedido, había dejado de querer empujarte, por lo que ya no tenías que presionar parte de su cuello y mandíbula para que no pudiera alejarse; ya no tenías que pensar en que si era necesario solo debías presionar un poco su cuello y retener el recorrido de aire de sus pulmones, ya no debías porque ahora era hasta el mismo pelinegro quien te abraza por el cuello para impedir te alejaras.

Llevabas unos minutos con los ojos entreabiertos observando el rostro opuesto, como sus mejillas conservaban aquel leve rosado, como sus ojos se mantenían cerrados sin ejercer una presión que le marcara algún pliegue, pero lo que te tenia hipnotizado era el cómo sus labios estaban aún más rojos y brillantes, el cómo cuando succionabas el inferior Hyunjin producía un pequeño gemido de queja por haber quitado, literal, tu lengua de su boca.

Era fascinante el cómo presionaba tu cuello con sus brazos para volver a pegar sus boca cuando buscabas un poco de aire, el cómo separaba sus labios, el aliento cálido envolviéndote, para volver a unir sus lenguas, para succionar un poco de la misma.

Era fascinante lo rápido que se había adaptado a besarte a tu gusto, y tal vez esto se debía a que habías sido su primer beso.

Tus manos inclusive parecían tener vida propia, deslizándose por los costados, por sus costillas y cintura, ejerciendo un poco de presión solo por el simple placer de tragar un suspiro o jadeo del pelinegro con el lunar en el ojo.

Tus manos bajaron hasta sus caderas, y siguieron su recorrido hasta su trasero, el cual apretaste, pegándolo aún más, siendo por primera vez consciente del bulto entre sus pantalón y no creyendo que era tu imaginación cuando te tragaste un gemido.

Y si te preguntaban, era... era extraño.

- N-no - murmuró contra tu boca Hyunjin, empujándote de repente, apoyando con los antebrazos sobre tu clavícula.

No te habías perdido nada, ni como su rostro se había enrojecido hasta cubrir inclusive su cuello, ni cómo sus ojos ahora brillaban, con una expresión que podrías describir como aterrada, en anuncio de unas posibles nuevas lágrimas. Te causo hasta gracia lo sensible que era, aunque seguramente tu rostro no lo demostrara.

Pero quizás el motivo de tu inexpresión era que tus ojos siempre terminaban en el mismo lugar, y es que solo podían ver su boca, sus labios hinchados, aún más enrojecidos, y de repente te encontrabas a tu mismo apretando su trasero, impulsándolo para adelante, produciendo que su bulto volviera a golpear contra tu pelvis y un jadeo involuntario saliera de la boca ajena.