Quizás, solo Quizás - HyunHo

👻 Capítulo 48. 👻

• Cuando el aura de un fantasma es:

Rojo: Se han Suicidado.

Amarilla: Fueron Asesinados.

Celeste: Tienen un Pendiente.

• Cuando quien puede ver fantasmas está muy cansado, ellos pueden usurpar su cuerpo.

• Cuando, la persona que puede ver fantasmas quiere, puede tocarlos.

_________________________________

El trabajo de la muerte era como cualquier otro trabajo. Era una deuda con la que cargabas de tu tiempo mundano, y de la cual debías hacerte responsable si no querías que tu alma fuera evaporada.

Tu función era simple, recolectar las almas. Si estas almas tenían un pendiente lo suficientemente razonable, que naciera de un deseo profundo, debias permitirles quedarse hasta cumplirlo.

El problema no era que las personas terminaran su tiempo mundano, porque el destino era para todos igual. Todos tenían el mismo final, porque la energía tenía que transformarse. Todos tienen un reloj que al momento en que nacen comienza a descontarse como si de un temporizador se tratara. Era un reloj perfecto, con un tiempo estipulado desde el momento en que el alma volvía a caer en un cuerpo, la única imperfección era el valor que cuando como humanos que habitaban la tierra le daban a la vida misma.

Los humanos en lugar de vivir su vida, se la arrebataban entre ellos, y allí era cuando tu trabajo se volvía insostenible. Tenías que buscar un alma, pero de repente te encontrabas recolectando algunas de camino porque a otro se le ocurrió "adelantar" su tiempo final. No era culpa de la otra alma que otra persona haya querido acabar con su tiempo de vida.

Por haber sido asesinados es que los ibas a recolectar de todos modos, aunque algunas veces te olvidabas, y por ello quedaban deambulando sin conciencia durante largos períodos hasta que te acordabas de ir a recolectarlos.

Con los que no eras una muerte generosa era con los que habían decidido por motus propio quitarse la vida. Ellos debían esperar hasta que les tocara, hasta que los fueras a buscar cuando su tiempo terminará.

Pero lo interesante era cuando en tu trabajo de recolectar almas te encontrabas con estas situaciones que salían del destino escrito a piedra. Cuando anomalías se hacían presentes en la forma de humanos, personas que no estaban destinadas a estar en la tierra, almas que no se podía explicar de dónde salían. Estas anomalías daban como resultado estos accidentes nunca antes escritos por el destino; que un alma fuera expulsada de su cuerpo por la presencia de estos raros tipos de humanos no era algo de extrañar, que otra alma se prendiera como si fuera una sanguijuela a un cuerpo que ya estaba muerto quizás si era un poco fuera de lo normal, pero tampoco era algo impensado.

Miraste a los dos niños en la esquina, miraste al niño en el auto cuya alma había salido de su cuerpo, y de repente te encuentras preguntándote cómo este suceso iba a afectar el resto de su vida mundana.

Esperas que al momento de volver a buscar algunas de estas almas, lo puedas presenciar por ser vos la muerte encargada de recolectarlos.

*

Quizás, solo quizás deberías dejar de cagarla.