Quizás, solo Quizás - HyunHo

👻 Capítulo 38. 👻

• Cuando el aura de un fantasma es:

Rojo: Se han Suicidado.

Amarilla: Fueron Asesinados.

Celeste: Tienen un Pendiente.

• Cuando quien puede ver fantasmas está muy cansado, ellos pueden usurpar su cuerpo.

• Cuando, la persona que puede ver fantasmas quiere, puede tocarlos.

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Quizás, solo quizás era cuestión de una pequeña pero significativa acción.

- Ugh... qué asco - se quejó Seungmin cuando Minho tomó a Hyunjin desde su mandíbula y lo beso - ¿es que no se pueden despegar? - pregunto, fingiendo arcadas.

Sonreíste, negando con la cabeza.

- Parece que no - respondiste, mirando de nuevo a la pareja.

Algo punzo, no sabes qué. Si tuvieras que ponerle nombre, supones sería envidia.

Te encantaría estar en la posición de Hyunjin. No lo decías porque querías que fuera Minho.

Dios, no.

Pero te gustaría que alguien te abrazara y besara como lo hacía el rubio.

- Ya, deja de verlos - habló Seungmin y lo miraste, notando como este miraba a cualquier parte menos la escena - salgamos – dijo yéndose caminando, y sonreíste de lado.

- Aguafiestas - respondiste, siguiendo al otro fantasma, traspasando la pared para ir a sentarse en el suelo, afuera del salón.

- No me cabe el voyerismo - hablo, mirando a ninguna parte en particular.

Querías responder que a vos tampoco, pero estabas perezoso.

Ya habías hablado demasiado.

Recordaste la mirada brillante de tu mejor amigo, casi de adoración –aunque si decías esa palabra estas seguro Seungmin te soltaría otro discurso de que más bien es una mirada de querer cogérselo - cuando veía a Hyunjin. No es que particularmente te gustara verlos mirarse, o besarse; es solo que se te hacía interesante ver algo que nunca podrías vivir.

Habías dado tu primer beso con lengua a una chica en una fiesta de cumpleaños de una prima de Minho cuando tenías 16 años, antes de que terminaras internado. Si te preguntaran sobre tu experiencia, había sido una decepción.

Tu primer y único beso había sido la cosa más insatisfactoria de tu vida, y solo porque lo había hecho por hacer.

No es que no hubieras querido besar a nadie, era solo que querías saber lo que se hubiera sentido hacerlo con alguien que al menos te llamara la atención; pero eras demasiado cobarde para intentarlo con un chico, mucho más cobarde para ir solo a un bar gay siendo menor de edad para probar.

Después de tantos años muerto, solo pegado a tu mejor amigo, te arrepientes de no haberlo intentado, si al fin y al cabo ya sabias que ibas a morir joven. Al menos hubieras intentado besar a algún chico que te gustara en un bar de mala muerte para reemplazar aquel beso que se sintió más como un compromiso, una obligación, con una chica que hoy ni recordabas como lucia.

La verdad es que tu cuerpo desde que tenías diez años había comenzado a fallar, y cada día era más difícil, a tal punto que cuando tenías quince pensaste que ya estabas por morir.