👻 Capítulo 37. 👻

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Cuando el aura de un fantasma es:

Rojo: Se han Suicidado.

Amarilla: Fueron Asesinados.

Celeste: Tienen un Pendiente.

Cuando quien puede ver fantasmas está muy cansado, ellos pueden usurpar su cuerpo.

Cuando, la persona que puede ver fantasmas quiere, puede tocarlos.

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Quizás, solo quizás luego tendrías tiempo para arrepentirte.

Desprendiste el cinturón, tus dedos se movieron casi de manera automática, ejerciendo un poco de presión hasta que el botón del pantalón cedió.

Bajaste el cierre, y estas seguro que ya no había vuelta atrás.

Metiste tu mano dentro, tomando por completo aquel trozo de carne duro, que se sentía cálido en tu mano, pesado.

- Hyung... - lagrimeo Hyunjin, y tu lengua paso por su cuello justo donde una gran gota de sudor bajaba.

Dios, te iba a volver loco.

Mordisqueaste su cuello al mismo tiempo que apretabas el miembro en tu mano.

- Minho~ - jadeo tu nombre el pelinegro.

- ¿Te gusta? - preguntaste, moviendo tu mano, aunque esta no se deslizaba con tanta fluidez como te gustaría - Hyunjin, ¿te gusta? - repetiste la pregunta al no obtener una respuesta inmediata, besando su mandíbula.

- Uhum~ - gimió cuando pasaste tu dedo gordo por su glande, esparciendo el líquido en la punta, este sirviendo de cierta manera para que tu mano de deslizará con mayor facilidad.

- Habla - pediste, con tu otra mano desprendiendo más su camisa, mirando su piel por el espejo.

- Si...

- ¿Si qué? - preguntaste, pegando su espalda a tu pecho- Dilo.

- Me gusta - dijo en un tono de voz bajo, casi apagado.

Solo entonces notaste que tus ojos se habían quedado pegados a la piel expuesta y cuando los levantaste para ver su rostro, tu estómago se revolvio.

Lloraba.

Hyunjin lloraba mientras hacías presión contra su cuerpo y el espejo para que no cayera.

Era gracioso. Nunca te hubieras imaginado ni en broma tocando a otro hombre, y acá estabas, masturbando a uno, deseando cosas de las que ni vos querías hacerte cargo.

Pero si ya estabas en el baile, solo te quedaba bailar.

- Quiero oírte bebé - le pediste, bajando un poco más el pantalón con tu otra mano.

Si el pantalón fuera menos ajustado estas seguro hubiera caído a sus tobillos hace mucho.

- N-no... - gimió el pelinegro, por lo que miraste su cuello rojo, cubierto por una delgada capa de sudor.

Hermoso.

Todo Hyunjin lo era.

- ¿No que bebe? - preguntaste, llevando tu dedo índice a tu boca, lamiéndolo - ¿Qué?

- N-no se - murmuro.

- ¿No quieres que te haga sentir mejor? - preguntaste, bajando tus manos hasta las dos bolsas debajo de su pene, acunándolas y acariciándolas.

Quizás, solo Quizás - HyunHoWhere stories live. Discover now