👻 Capítulo 14. 👻

410 71 19
                                    

Cuando el aura de un fantasma es:

Rojo: Se han Suicidado.

Amarilla: Fueron Asesinados.

Celeste: Tienen un Pendiente.

Cuando quien puede ver fantasmas está muy cansado, ellos pueden usurpar su cuerpo.

Cuando, la persona que puede ver fantasmas quiere, puede tocarlos.

_________________________________

Quizás, solo quizás, deberías preguntarle a tu madre si te caíste muchas veces de la cuna de bebe.

Te quieres golpear por haberte confiado.

Habías caído engañado por la agradable personalidad de Jisung y la encantadora sonrisa y comentarios impredecibles pero muy ingeniosos de Seungmin. Error de novato.

El problema es que no eras un novato, no deberías haber sido tan tonto.

Para cuando te habías dado cuenta ya era demasiado tarde, estabas muy agotado siquiera para que tus neuronas conectaran e hicieran sinapsis. Tu cerebro solo te pedía descansar, tus ojos no se querían mantener abiertos, tu cuerpo cada segundo pesaba más, y así fue como terminaste perdiendo el control absoluto de ti mismo.

Era un milagro que, al menos de los dos fantasmas que te acosaban, el menos peligroso hubiera sido el que lo usurpó. Sí, es cierto que era un peligro cualquiera de los dos, pero al menos lo de Jisung era algo bastante honesto, aunque no sabías que era aún.

Pero a ver, el chico era una masita, no podía ser algo relativamente malo o peligroso lo que lo mantuviera aquí.

Pero Seungmin no, todo a su alrededor implicaba peligro.

Darle tu cuerpo sin poder sacarlo del mismo era lo mismo que tirarte en una jaula llena de leones hambrientos.

No ibas a confiarte de nuevo, era momento de al menos poder poner unos pequeños límites.

Fuiste hasta el supermercado y compraste cuatro paquetes de sal, las metiste en tu mochila luego de pagarlos y fuiste caminando hasta tu casa.

El espíritu perruno se mantenía unos metros detrás tuyo, por lo que no habías tenido ningún accidente de camino. Cuando llegaste a tu casa saludaste a tu madre y fuiste hasta tu habitación, cerrando la puerta, sacaste los paquetes de sal de tu mochila dejándolos tirados sobre tu cama y abriste uno, comenzando a tirar sal bien contra la pared.

- ¿Qué estás haciendo? - pregunto Seungmin, por lo que lo miraste de reojo.

- Ya vas a ver - murmuraste, y cuando la sal se terminó agarraste otro paquete, abriéndolo y siguiendo donde había quedado el último montón de sal.

Cuando llegaste de un extremo de la puerta al otro, miraste al espíritu perruno y le sonreíste.

- Vamos - dijiste y él te miro, se puso de pie y caminó fuera del cuarto con vos, ahí aprovechaste a tirar lo que quedaba de sal y entras.

Te tiraste en tu cama y dejaste salir el aire que tenías en tus pulmones, sintiéndote mucho más relajado.

- Pero... - susurro Seungmin por lo que abriste tus ojos, mirándolo aun desparramado en tu cama - ¿por qué? jodeme que lo de la sal es cierto... - y te reíste cuando viste la expresión de indignación que adornaba su rostro.

Quizás, solo Quizás - HyunHoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora