De ninguna manera

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Estoy de vuelta en el viejo parque de la otra noche. Camino un poco a los lados, mientras pienso en los recientes acontecimientos en mi vida.

Desde que volví a vivir con Heyly —un mes que parece un siglo— me he estado encontrando con Logan en las noches para informarle sobre lo que va sucediendo en mi casa con su prima.

Veo que las personas de la familia de Heyly son todos así; traicioneros. Son egoístas y muy capaces de apuñalarte por la espalda si tienen que hacerlo con tal de salvarse a sí mismos.

Creo que Logan en realidad sí estaba interesado en Jazz. Se le nota en la mirada cuando habla de ella, en la sonrisa cuando recuerda algo sobre ella. Los celos están siempre presentes cuando alguno de los dos la nombra y el otro sonríe, causando tensión en la habitación. Las ganas de golpearlo también aparecen cuando escucho su nombre pronunciado por los labios de él.

—¿Qué tal va todo, Nathie? —Dice Logan burlón, apareciendo en mi campo de vista.

—Vuelve a llamarme así y te disparo en el pie —amenazo.

Él se ríe y levanta las manos en señal de inocencia.

—Mantén tu arma en tu cinto, cowboy. ¿Te levantaste con el pie izquierdo hoy?

—Llevo un mes levantándome con el pie izquierdo —confieso, dejándome caer sobre la banqueta que está atrás de mí. Apoyo mis codos sobre las rodillas y hundo mi cara en mis manos.

—¿Tan malo es ser esposo de Heyly? —Pregunta Logan, sentándose a mi lado. Me coloca una mano en la espalda, como señal de apoyo.

—Es peor de lo que crees. —Comento.

Él sorbe aire entre dientes.

—Pues, es hora de informar —dice Logan—. ¿Se está creyendo el cuento?

Asiento.

—Por supuesto que sí. No ha notado que no la he llamado por su nombre si quiera —me encojo de hombros.

—¿Cómo que no la llamas por su nombre? —Veo a Logan y tiene el ceño fruncido.

Me remuevo incómodo en la banqueta, vacilante sobre contarle o no.

—Verás... ingenié esta táctica para que todo fuera más creíble que consta en imaginar que a quien le hablo, a quien abrazo y a quien beso es a Jazz, no a Heyly. Por eso no la llamo por su nombre y evito verla. Para creerme más la historia de que Jazz es la que duerme a mi lado y no ella —explico, sintiendo que libero una gran carga de mis hombros.

Logan me ve unos momentos en silencio. Alejo mi rostro un par de centímetros, sintiéndome incómodo por su cercanía.

—¿Vas a besarme ahora? —Pregunto con sarcasmo, levantando una ceja.

—No, es sólo que... —suspira—. No creí que en realidad amaras a Jazz. Pensé que era un simple capricho. Eso de «no lo tengo y por eso lo quiero». Ahora veo que sí la amas. Que estás enamorado de ella —sonríe con tristeza y fija su mirada en el piso—. Eres muy afortunado, porque ella te amaba a ti también.

—Jamás dudaría que ella me amó —hablar de Jazz me hace sentir confundido. Mencionarla produce en mí alegría y tristeza—. Sé que ya no lo hace. Digo, ¿cómo amas a alguien que te ha apuñalado por la espalda? Lo peor es que pasó todos esos años en el instituto odiándome por protegerla.

Logan me mira ladeando la cabeza. Asiente, incitándome a que le explique. Suelto un suspiro pesado, preparado para esto.

—Como seguramente sabrás, hice el intento de terminar con Heyly luego de que llenara a Jazz de fideos, pero me amenazó con continuar molestando a Jazz (inclusive mucho peor) si la dejaba para irme con ella. Y eso era algo que simplemente no podía dejar que pasara.

»Durante muchos años, mientras fui novio de Heyly, vi a Jazz caminar solitaria por los pasillos, y eso dolía. Cuando sus ojos me veían, estaban tan llenos de dolor... pero había algo más; esperanza. Supongo que cada vez que me veía, esperaba que fuera hacia ella y le hablara. Pero cada vez que la veía, Heyly estaba o junto a mí o próxima a mí.

»Normalmente, cuando Jazz caminaba frente a nosotros, Heyly la destruía con sus palabras, y eso me volvía loco de la ira. Ella siempre intentaba subir el tono de sus insultos y críticas para que Jazz escuchara, y la única forma que hallaba de cerrarle la boca, era besarla. No dudo de que Jazz haya tomado eso como una burla hacia ella.

»He sido un idiota toda la vida. Siempre he sabido cómo lastimar a la chica de la que he estado enamorado desde hace quince años, cuando la salvé de tres idiotas en ese callejón. —Niego con la cabeza y tomo aire—. Me he odiado cada día de mi vida. Me he repetido el sonido de sus sollozos cada noche. He pensado en todo el dolor que la he hecho sentir, y eso me hace querer morir a veces.

»Tenías razón la otra noche; no se lastima a quien se ama. Pero, ¿y si tienes que lastimar a quien amas, para causar un daño menor? Me refiero a que sé que la lastimé de sobremanera cuando me quedé con Heyly, pero la protegía de que ella la lastimara el doble, inclusive el triple. La lastimé en Las Vegas, y sé que crees que la apuñalé para matarla. Pero no fue así. Conozco mucho de anatomía, y sé que una herida en esa zona no puede matar a alguien a menos que se use una gran fuerza. La que yo usé no iba a matarla. Sólo la desmayaría, además de que fui yo quien llamé a la policía luego de que ella estaba inconsciente, sabiendo que la policía rastrearía la llamada. Lo hice para que Heyly pensara que estaba muerta y no la torturara como quería hacerlo.

»Aunque ella nunca lo sepa, y seguramente muera sin saberlo, todo lo que hice, lo hice para protegerla. Eso es lo que siempre quise hacer; protegerla.

Logan me mira en silencio. Sin notarlo, una lágrima me corre por la mejilla. La seco con el dorso de mi mano y me sorbo la nariz. Hablar de Jazz y de lo mucho que la amo, de todo lo que he hecho por ella, me duele, me mata. Pero lo que más me duele es que ella jamás lo sabrá.

Maldición —escuchamos Logan y yo a lo lejos, por lo que ambos nos levantamos de la banqueta.

Saco mi arma con rapidez y le quito el seguro. La apunto hacia los arbustos de donde provino el ruido. Logan hace lo mismo que yo, preparados para disparar a la primera señal de amenaza que veamos.

—Sal de ahí o abriremos fuego —anuncia con voz autoritaria—. Tienes hasta tres.

Al no recibir respuesta en un par de segundos, comienzo:

—Uno... dos... —acomodo el dedo sobre el gatillo, preparado para oprimirlo.

—Tres —dice una voz femenina, saliendo de entre los arbustos.

Mi arma cae al suelo cuando su rostro queda a la luz. Me tiemblan las manos y mis piernas dejan de soportar mi peso, tirándome al suelo. Mi garganta se cierra, dejándome sin posibilidad de articular palabra.

—De ninguna manera —susurra Logan, que parece tan perplejo como yo. Incluso asustado.

—Jazz... —susurro, y ella sonríe. 

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Ahora dejen el bullying a Nathan, ya vieron por qué lo hizo e.e

Hello! ¿Cómo les va en sus vidas? Pues a mí, no tan mal. Los altibajos los tenemos todos, lo importante es seguir adelante n.n

Espero que les guste el capítulo. Lamento haberme tardado tanto. Verán, estoy en tutorías de física, matemática, en actividades extra cátedra y no tengo wifi en mi casa, que es lo que lo complica todo u.u

Gracias por el apoyo, de verdad son un amor. Me llegaron muchos mensajes amables diciendome cosas tan bonitas que awe, lloro.

No olviden avisarme de cualquier error o incongruencia que encuentren.

Los amo mis vengativos<3.

Sucio Traidor (Revenge #2).©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora