Capítulo 9: Búsqueda

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La familia ya había regresado a Florbela. Seige, su vecino, les había cuidado los animales a la perfección, aunque aún así una de las vacas y varias de las gallinas habían fallecido. Seige exigió un pago por los servicios prestados. Lirisa accedió a darle cuatro gallinas como recompensa, y Seige se mostró conforme.

Resultó que los aldeanos (y todo el bosque en general), se habían acabado enterando de la muerte de los reyes. Como consecuencia, organizaron revueltas y pequeños ataques contra la Fortaleza Negra, pero estaban mal organizados y Nurcuam les sometió sin demasiado esfuerzo. Ahora, Florbela había caído en las garras del Oscuro: soldados patrullaban incansablemente por las calles y la gente vivía con miedo.

La casa se encontraba llena de polvo. Parecía tan vacía, tan fantasma, que la familia se preguntó si realmente era el hogar que habían abandonado hacía tres años. Y se dieron cuenta de que no era el mismo lugar.

- O, más bien, somos nosotros los que hemos cambiado- reflexionó Enma, eludiendo a Swend y a todos los cambios que habían realizado durante aquel tiempo.

Pronto tuvieron la casa y el corral listos. Y pronto se sintieron de nuevo en su hogar.

⚜⚜⚜

Con la noticia de que Nurcuam había sido expulsado de la mente de Kashia, y de que, por tanto, el desierto dejaría de expandirse, en la casa de la familia se dieron cuenta de lo que significaba: Swend debía ser coronado Rey de Norüem cuanto antes posible, para poner a salvo el bosque y a sus habitantes.

Pero aquella noche, Enma se acordó de algo.

- Cuando el príncipe Swend cumpla los tres años, estará listo para ocupar el puesto en la realeza de Norüem que le pertenece. Podrá liberar al Bosque de Norüem de su tiranía, o perecer en el intento. Pero antes- añadió Weib, mirándolo a los ojos- habrá que liberar a los prisioneros, ¿no os parece?

- Sí, y entonces podrá ayudar a Nurcuam- dijo una muchacha.

¿Qué significaba aquello?, se preguntó. Pero como estaba muy cansada, dejó las preguntas para el día siguiente. Ya las resolverían con calma.

⚜⚜⚜

A la mañana siguiente, se encontraban todos reunidos alrededor de la mesa del comedor. Tenían un asunto importante del que hablar, y realmente no tenían mucha idea de lo que debían hacer.

- La cuestión es que hemos de coronarte rey del bosque, Swend- empezó a decir Divad, improvisando sobre la marcha-. Pero no sabemos cómo.

- Habrá un ritual o algo así, supongo- dijo Enma, no muy convencida.

- Pero antes de nada hemos de liberar a todos los prisioneros de Nurcuam- añadió Hermegilda.

- ¿Y por qué?- quiso saber Divad.

- Pues porque mira; cuando se corone rey, también fusionará su alma con la del Bosque, como motivo de protección o algo así. Pero si Nurcuam tiene prisioneros a los hijos de los centauros, estos podrían matar a Swend... Porque supongo que sabréis que sólo los hijos del bosque podemos matar al rey, y que nunca haríamos semejante delito, a no ser... Que Nurcuam explote nuestro punto débil, que en caso de los centauros, es la familia- contestó Hermegilda, diciendo todo lo que Lorcan le había explicado.

Tonk susurró algo a Ruz, y ésta habló por él:

- También habría que liberar a los elfos y devolverles su energía, su esencia, que Nurcuam les ha quitado para poder usarla y expandir el desierto.

- Resumiendo: mucho trabajo y pocas ideas de cómo afrontarlo- resolvió Swend acertadamente.

Asintieron. Tenía toda la razón.

La Llamada del BosqueWhere stories live. Discover now