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La mañana fue silenciosa, Jimin notó la falta de calidez a su costado indicándole que Jungkook ya estaba fuera de la cama, la pereza llenando su cuerpo lo obligó a solo removerse sobre la cama sin intención de levantarse pronto.

Apoyó su mejilla sobre la almohada, su vista se movió a través de la habitación llena de la luz natural del comienzo de las mañanas, escuchó pasos que se aproximaron perezosamente a través del pasillo.

— ¿Es demasiado temprano para ti? — preguntó Jungkook al ingresar a la habitación.

Jimin se movió sobre las sábanas desordenadas bajo la atenta mirada del contrario, el hombre yacía recostado contra el umbral de la puerta, una expresión acidia llenando su rostro.

— No en realidad — respondió llevando su mirada hacia el reloj digital sobre el mueble al costado de la cama.

Solo faltaban pocos minutos para las ocho de la mañana, agradeció mentalmente al recordar que era sábado.

— ¿Por qué estás despierto? Por lo general eres una bestia para abandonar la cama — continuó hablando Jimin, su cuerpo acomodándose hasta quedar sentado al borde del lecho.

— Tenía sed — respondió — estoy haciendo el desayuno, si eso no te molesta.

Jimin sacudió la cabeza de forma negativa, un bostezo involuntario escapando de su boca.

— Te lo dije antes, tienes permiso de usar mis cosas — pocos segundos después estaba de pie.

Jungkook asintió en respuesta para regresar atravesando el pasillo en dirección hacia la cocina, el más bajo lo observó alejarse, era extraña la tranquilidad que los estaba rodeando a ambos.

No esperaba ni quería que se generara un ambiente incómodo entre ambos, sin embargo, era consciente de que su relación jamás volvería a ser como era en el pasado.

Minutos después de haberse aseado, halló a Jungkook en el comedor esperando por su presencia, una pequeña sonrisa llenó su rostro en respuesta. Ocupó espacio al costado de este y desayunaron tranquilamente.

— Boonie estaba furiosa — comentó de repente Jungkook al dejar el tenedor sobre el plato.

Jimin lo miró sorprendido.

— ¿Lo estaba? No recuerdo haberla visto furiosa.

— Lo estaba, créeme — murmuró llevando la vista hacia el contrario — ella ya lo sabía, ¿No es así?

— Si — llevó la mirada hacia lo que le restaba del desayuno.

— Ella debió haber pensado que era un idiota — agregó el contrario — eso explicar porqué me llamó estúpido al verme.

Una carcajada se ahogó en la garganta del más bajo, Jimin regresó la mirada hacia el contrario quien continuó desayunando en silencio. De alguna forma, él quería decir algo más, pero nada salió de su boca. 

— ¿Quieres hacer algo? — preguntó al terminar de comer.

Jungkook pareció pensarlo, el hombre se levantó tomando los platos para llevarlos directamente hacia la cocina, lo siguió para verlo dejar los objetos en el fregadero y lavarlos enseguida.

— Tal vez podríamos salir a pasear — respondió Jungkook con la vista fija en los platos.

— Podría mostrarte alguno que otro lugar — dijo Jimin dirigiéndose hacia el frigorífico para sacar un poco de agua — hay buenos lugares para enseñarte en Chicago, incluso podríamos ir a la feria.

— ¿Hay una feria? — preguntó emocionado Jungkook — definitivamente deberíamos ir.

La risa por fin abandonó su garganta, una gran sensación de felicidad burbujeando desde el interior de su torso. 

0.1 I Just Need You °Kookmin°Saga [I Just] Where stories live. Discover now