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— ¿Estás bien? — preguntó Chiara al notar lo distraído que estaba Jimin. 

— Lo estoy — respondió bajando la mirada hacia el reloj en su muñeca tal vez por séptima vez en los últimos diez minutos.

Chiara lo había notado, pero se reservó sus comentarios.

— El contrato con Slay ya está hecho, las construcciones darán inicio la próxima semana — comentó la mujer dejando una carpeta sobre el escritorio — el jefe quiere un residente para la obra y un auxiliar, ya busqué entre el personal calificado, sin embargo, también quiere que alguno de nosotros lidere en la obra.

— Estoy con Rossi — dijo Jimin en respuesta — el jefe aceptó una nueva remodelación por lo que me cedió  la licitación de Rossi.

Chiara formó una mueca en su rostro decepcionada. 

— Slay es demasiado demandante — dijo ella — pensé que tendría un poco de paz.

— Lo lamento — comentó Jimin con una sonrisa amable.

— Está bien — dijo ella — sé que Rossi no es mejor, el hombre pierde rápido su paciencia.

— Si — respondió Jimin sacudiendo su cabeza. 

De solo pensar en lo ocupada que sería su vida en las próximas semanas, lo hacía sentir jodidamente frustrado y estresado. 

El tiempo parecía no correr lo suficientemente rápido para Jimin, sus dedos golpeando de forma insistente contra el teclado de su laptop, solo golpe tras golpe con la vista fija en la hora en la pantalla. 

Un suspiro de alivio se apoderó de sus labios al momento en que su horario de trabajo finalizó, sabía que ya no era un adolescente enamorado, pero saber que Jungkook estaba esperando por él en el apartamento lo hacía sentirse feliz. 

A pesar de que una campana de advertencia en su mente lo regresaba a la realidad de su relación, el contrario no estaría por mucho tiempo por lo que quería aprovechar cada segundo a su lado. 

— Vaya, llegaste más pronto de lo que esperaba — dijo Jungkook sorpresivamente al hallar a Jimin ingresando a la habitación principal.

El aludido no pudo evitar recorrer el pecho desnudo del hombre, gotas de agua resbalando por sobre sus pectorales descendiendo hasta el inicio del vello que era tapado por la toalla alrededor de las caderas.

Carraspeando desvió la vista hacia un costado, su corazón tronó con fuerza en el interior de su pecho.

— No había tanto tráfico — respondió dirigiéndose hacia el baño.

Debía tomarse una ducha con agua fría antes de que su polla terminara de engrosarse en sus pantalones, lo que pudo haber sido una pacífica ducha, le tomó varios minutos extras esperar que su erección se bajara por completo.

Era ridículo, él ya era un hombre adulto casi llegando a sus 30 años como para estar preocupándose de esconder erecciones sorpresas. Sin embargo, no podía culparse a sí mismo. 

Jungkook debía saberlo a este punto.

Lo halló en la cocina sirviendo la cena, un aroma delicioso llenando sus fosas nasales con gracia, Jungkook llevó los platos hacia el comedor siendo seguido por Jimin. 

— Boonie llamó hace unas horas — dijo Jungkook de repente al tomar asiento. 

Jimin se sentó frente a él, su mirada hacia el rostro del contrario.

— ¿Qué quería? — preguntó suavemente bajando la mirada hacia la comida.

— Ella quería preguntarte si puedes ayudarla a pintar la habitación del bebé.

0.1 I Just Need You °Kookmin°Saga [I Just] Where stories live. Discover now