El Duro corazón del Narco [EDITANDO]

Capítulo 22 - Amigos.

— ¿Quéeeeee? — dijo Sara muy sorprendida — ¿es broma no?

Le había contado lo que había pasado con Nick, lo de la pelea, que llevé a Víctor a mi casa y hasta lo de la confesión.

— Yo creo que no. Cuando me lo dijo estaba muy serio.

— P-Pero ¿Quéeeeee?

—¡Deja de estar diciendo lo mismo y dame un consejo!

—Es que... ¡No lo creo! — se movía de un lugar a otro. — ¿cómo le haces para que se te confiesen, así como así? ¡A mí a duras penas me dicen que soy linda!

—¿Pretendes que lo sepa? — me encogí de hombros. — lo único que hago es respirar y de repente ¡Pufff! todos se me acercan.

—No, no. Debes estar usando algo que atrae a los hombres. Porque ¿de qué otra manera Nick te invitó a salir? Y de la nada ¡otro chico se te confiesa el mismo día! Dime qué usas para llamar su atención.

—¡Sara! — la regañé— por fa ayúdame... no sé qué hacer.

—Relájate Sami, solo es una confesión, no es como que la vayas a aceptar...— se detuvo abruptamente — ¿O sí?

—¡Cómo crees, obvio no!

—¿Pero por qué no? — preguntó Sara muy extrañada. — es guapo, cuida mucho a su hermana, y por cómo la trata, hasta diría que podría ser un buen novio. Y, por si fuera poco... — se acercó a mí y susurró — tiene dinero.

Me aparté de ella y la miré con el ceño fruncido.

—No me importa su dinero. Y menos si lo consigue haciendo cosas que no debe.

—Eso no decías hace meses con el Guille. — me recordó y enseguida mi estado de ánimo decayó. — Sami lo siento. No quise...

—Sí, no te preocupes.

Procedió a abrazarme y luego me hizo mirarla.

—¿Por qué no le das una oportunidad a Víctor? — volvió a decir Sara. — quizás él te ayude a olvidarlo.

— Lo pensaré... ¿Recuerdas el plan que te había dicho el día que iba a salir con Nick?

—¿Lo de la montaña, Mahoma y toda esa mierda?

—Sí. —dije sonriendo — Cuando supe que Víctor iría a la salida, planeaba usarlo para acercarme al Guille.

—¿Y cómo pretendías hacerlo?

—Realicé una investigación exhaustiva, y pude conocer que él tiene ciertos negocios de transporte para los Narcos, además de que fue escolta por un tiempo de ellos. — afirmé con orgullo ante mi descubrimiento.

Sara se frotó los ojos varias veces.

—¿Estas de joda no? — negué. —¿cómo supiste eso?

—Reynel me lo dijo. — sonreí.

—Ah claro, el policía... — se detuvo y entrecerró los ojos—. ¿Por qué te lo dijo?

— Bueno, no me lo dijo como tal. Lo escuché hablando por teléfono.

—¡¿Espías las conversaciones del policía?!

—¡No es espiar! — Chillé —. Estaba en mi casa, y habló algo alto, y... Pues yo me acerqué y lo supe.

—¿Te acercaste? — insistió.

—¡Quería saber con quién hablaba, ya está! — confesé y ella comenzó a reír.

—¡Acosas al policía!

—¡Nos salimos del tema! — dije algo sonrojada. — el punto es... Qué quería saber si él tenía alguna conexión con el Guille.