⚠Capítulo 33

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Grabbed my hand, pushed me down

Took the words right out my mouth

Tag, you're it, tag, tag, you're it

Can anybody hear me I'm hidden under ground

Can anybody hear me am I talking to myself

Saying, "tag, you're it, tag, tag, you're it"

He's saying, "tag, you're it, tag, tag, you're it"

-Melanie Martinez

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TW: En el siguiente capítulo hay escenas que pueden resultar realmente duras para personas sensibles a ciertos temas. Si en algún momento decides dejar de leer o crees que no quieres hacerlo no te preocupes, puedes pasar directamente a la siguiente parte: Capítulo 33 resumen, donde explicaré todo lo que ocurra en este capítulo sin detalles explícitos.

—¿Qué mierda estás haciendo aquí?—Dice acercándose insinuantemente hacía a mi.

—Nada que te interese, además, podría preguntarte exactamente lo mismo.—Digo haciendo de tripas corazón para no salir corriendo como el cobarde que soy.

Aprieto la libreta con tanta fuerza entre mis brazos que siento que se me entumecen las manos, solamente espero que Erik no note lo mucho que me tiemblan los dedos ahora mismo.

—Joder, que mala hostia tienes.—Dice, manteniendo este tono calmado que tanto me irrita.

—¿Qué mierda quieres?

—Únicamente charlar. Como en los viejos tiempos. ¿O es que te has olvidado tan rápido?

—Pues lo siento, pero va a ser que no. Ahora mismo no tengo tiempo para charlas.

—Vamos, ¿vas a dejarme aquí tirado y solo?—Dice fingiendo un puchero.

Me giro sin decir ni una palabra más. No quiero entrar en discusión.

Sin embargo, siento como me agarra del brazo y tira de mi antes de poder abrir la puerta. Se me cae la libreta de entre los brazos.

—¡Suéltame!—Le grito, empezando a perder la calma.

—No recuerdas lo divertido que era todo antes.

Siento como me empuja contra la pared. Por más que intento deshacerme de él y apartarle de mi no puedo pelear contra la fuerza de alguien tan atlética como él.

De repente la idea de que alguien me empuje contra la pared sosteniéndome por las muñecas pasa de ser un sueño a una pesadilla en toda regla.

—¡Suéltame!—Grito una y otra vez, deseando que todo esto no esté pasando de verdad.

—No me decías eso hace un par de años, ¿verdad? Al menos déjame terminar lo que tú empezaste.

Mis gritos van perdiendo cada vez más fuerza. Mis lágrimas dejan de salir.

De repente no siento nada. El vacío de mi pecho me ha consumido del todo.

Solo puedo notar

su aliento en mi cuello...

sus manos en mi cintura...

sus palabras en mi oído...

Mi cuerpo ya no es mío,

es suyo.

Desconecto completamente de la realidad, aislándome en algún lugar que no sé exactamente de dónde viene.

—Con lo fácil que podría haber sido todo.—Oigo que dice sin entender muy bien a lo que se refiere mientras por fin dejo de sentir presión sobre mi cuerpo.

Todo el mundo es borroso. El tiempo es lento y rápido a la vez. Camino tambaleándome hasta mi habitación vacía.

Vomito en el baño lo poco que tengo en el estómago, no porque me meta los dedos, si no por el asco que siento ahora mismo por todo, empezando por mi mismo.

¿Por qué me ha pasado esto? ¿Por qué a las personas debe pasarle esto?

Siento como sollozos me atraviesan, pero no me salen lágrimas. No puedo respirar. No puedo dejar de temblar.

Solo me ha tocado, podría haber sido peor... Intento autoconvencerme, sintiendo como el mundo se me cae encima con cada puto recuerdo de la situación.

Cojo la toalla del, y una vez mojada en agua y jabón frotó sobre mis muñecas rojas, intentando borrar las marcas invisibles pero permanentes que ha dejado sobre mi piel.

Froto y froto, sintiendo como me hierve la piel, llegando a estar prácticamente en carne viva.

Lloro sin lágrimas. Sollozo, pero no sale ni una maldita gota de mis ojos.

El ver mi silueta en el espejo se me hace un nudo en el estómago más grande del que he tenido nunca.

Lo odio. Si ya lo odiaba antes, ahora que me lo han quitado lo odio aún más.

Intento coger aire, pero es como tener plomo en los pulmones.

Solo quiero desaparecer.

Solo

quiero

desaparecer


Si las estrellas fueran eternas #1Where stories live. Discover now