Capítulo 48

25 2 0
                                    

I will fight

I will fight for you

I always do until my heart

Is black and blue


And I will stay

I will stay with you

We'll make it to the other side

Like lovers do

-Andy Grammer

*******************************

—¿Se puede saber por qué tanta prisa?—Dice mi madre  mientras me subo al coche.

—Ya te lo he dicho, me encuentro mal; quiero ir a casa.—Le digo poniéndome el cinturón intentando actuar con normalidad.

—Cariño, sabes que si ha pasado algo puedes contármelo, ¿verdad? 

—Ya, como si fueras a estar de mi lado.—Digo de mala gana.—Arranca ya por favor.

Pone los ojos en blanco, pero me hace caso.

Apago el móvil, le he enviado un mensaje a Daniel diciéndole que me voy, pero no quiero ver si ha contestado.

—¿Esto tiene algo que ver con la... el chico con el que est...?

—Mama te he dicho que no es nada.

—¿Vas a enfadarte por querer saber sobre tu vida romántica?—Pongo los ojos en blanco.—Tu padre me dijo que estabas con una... Con un... chico.—Dice recalcando la última palabra.

—Si, mamá.—Digo, rezando para que no toque más el tema, no quiero que siga metiendo el dedo en la llaga.

—No voy a decir que esté de acuerdo, pero tienes que ir con cuidado. Y usar protección, bueno que no sé cómo funciona eso... Lo fácil que seria si fuera con una chica...—Se enrolla como una persiana.

—Si te consuela se ha terminado.—Digo haciendo de tripas corazón para no ponerme a llorar, no quiero hacerlo delante de ella.

—Vaya... Lo siento, supongo.—Dice.

Ella sigue hablando y hablando, pero el refugio en mi mente se ocupa de silenciar su voz.

Cuando llego a casa no hago otra cosa que encerrarme en la habitación, si no puedo desaparecer al menos optaré por aislarme.

Ayer pensé en saltar, veía la vida y veía la muerte ante mis ojos, una bonita mentira y la otra una triste verdad. Sin embargo, soy un cobarde, y posiblemente no dejaré de serlo nunca.

Oigo voces abajo, por la hora que es probablemente sea Leyre, quizá ella es la única persona a la que me apetece ver ahora mismo.

—¡Eg!—Grita con el rostro iluminado entrando de repente con el rostro iluminado.

—Hola, peque.—Le digo, sintiendo como me abraza.—Que temprano llegas, ¿no?—Saco fuerzas de no sé muy bien dónde para sonreír para ella.

—Si, ahora voy a la escuela pública.

—¿Si? ¿Y como es eso?

Mamá y papá siempre nos han llevado a escuelas privadas, me extraña que Leyre no sea igual. Aunque conociéndola quizá la han expulsado ya de tantos que no la aceptan en más.

—Hice un trato con mamá, prometí portarme bien a cambio de que ella me dejara ir a un lugar público a estudiar.

—¿Y por qué querías ir ahí?—En realidad nunca he estado en ninguna escuela pública, así que no puedo comparar cuál es mejor.

Si las estrellas fueran eternas #1Onde histórias criam vida. Descubra agora