⚠Capítulo 35

31 1 0
                                    

You haven't been good for long

Is it the sound of your own thoughts

That always keeps you up at night?

Maybe it's time to say goodbye

'Cause I'm getting pretty fucking tired

-Beabadoobee

******************************

Egan

—¿Qué mierda pasó?—Grita Ashton entrando en la habitación repentinamente.

Doy un bote en la cama del susto, no entiendo que está pasando...

—Egan, ¿qué mierda pasó?—Dice cogiéndome por los hombros.

Me quedo sin reparación, tiemblo de arriba a abajo. Todo esto es muy rápido. Tengo miedo.

—¿Quién mierda te hizo esto?—Señala mi cuello.

No puedo dejar de temblar. No puedo respirar.

—Ashton...—Le interrumpe Daniel, entrando a la habitación.—Suéltale.

—Ni de puta coñ...

—Te he dicho que le sueltes.—Alza el tono el peligro apartando a Ashton.—Lárgate y vuelve en un cuarto de hora como mínimo.

—Tú no vas a darme órdenes.

—No te he dicho que lo hagas por mi.

Ashton agacha la mirada y veo como se marcha.

Caigo de rodillas al suelo. El mundo está distorsionado. Nada parece real. ¿Por qué Ashton me ha gritado así? ¿Lo saben? ¿Cómo lo saben?

El nudo en mi garganta me impide respirar.

Siento como Daniel se agacha junto a mi en el suelo.

—Egan, tienes que intentar calmarte, ¿vale?—Dice con suavidad.

—No puedo... respirar...—Digo entre ahogos, sintiendo mi corazón botar en mi pecho con tanta velocidad que creo que va a escaparse.

—Mírame, ¿vale? Todo va a estar bien, no voy a hacerte nada.

Siento como si hubiere una tonelada de peso sobre mi pecho.

De repente mi vista se detiene en la mano de Daniel, se está clavando las uñas con tanta fuerza que puede verse algo de sangre.

—Para...—Digo con un hilo de voz alargando mi mano para tomar la suya.—¿Qué te ha pasado?—Me fijo en una herida en su labio inferior.

—Estoy bien.—Dice acariciando mi mano.

Siento como vuelvo a temblar y aparto la mano con rapidez.

—Egan... No voy a hacerte nada, ¿vale? Pero necesito saber que es lo que ha pasado...

Niego con la cabeza. Otra vez siento que voy a llorar sin lágrimas.

—Por favor...—Insiste.—No puedo verte así y no poder hacer nada...

Tengo la mente nublada. Después de unos segundos pensando mi única respuesta es retirar las mangas de mi sudadera.

Dejo al descubierto mis dos muñecas, ambas cubiertas de moretones muy oscuros. En el brazo izquierdo está la herida que yo mismo abrí.

—¿Quién te ha hecho esto?—Dice claramente en shock mientras alarga sus manos.

Mi primer reflejo es apartar los brazos, pero hago un esfuerzo para poder sentir su contacto y la verdad es que no me da tanto miedo como creía.

Si las estrellas fueran eternas #1Where stories live. Discover now